El mundo del básquet sufrió una importante pérdida deportiva este martes, ya que Rubén Magnano anunció su retiro como entrenador luego de 34 años cosechando trofeos y gloria al frente de planteles nacionales e internacionales.
En una entrevista con el medio Super Deportivo Radio, el líder de la Generación Dorada explicó que no encuentra nada seductor en la actualidad como para dirigir: «Estoy viviendo una parte de mi vida que no pretendo tener distracciones -en el buen sentido- que me saquen el tiempo. Hoy no es negociable y sé que si dirijo voy a tener que sacar ese tiempo«, comentó.
Asimismo, reveló que el basquetbol siempre va estar presente en su vida, pero que la felicidad no pasa solo por lograr una medalla o tener reconocimiento, sino que significa «sentirse bien con uno mismo«, por lo que decidió vivir tranquilo y disfrutar de su familia a los 69 años.
En la misma línea, manifestó que está «viviendo un momento de gratitud muy grande» y que le gustaría que lo recuerden «como una persona que ha tomado como bastión algo que en esta sociedad no se está tomando con la seriedad que tendría que ser».
El emotivo mensaje de Julio Lamas
Minutos después del anuncio, Julio Lamas se tomó un momento en las redes sociales para homenajear a su gran amigo y colega, con quien compartió grandes experiencias como asistente en el seleccionado argentino: «Todos de pie, se retira Rubén Magnano«, redactó.
Y añadió: «Nos llevó a la gloria en Atenas 2004 y a ganarle al Dream Team, siempre creía que se podía ganar el próximo partido y los preparaba al detalle como nadie. Una persona fundamental en la historia de nuestro básquet. Gracias Rubén».
Por supuesto, cualquier tributo se queda corto ante semejante leyenda argentina. Para tomar dimensión de lo que significó el ex entrenador en el deporte nacional, hay que recordar que conquistó el Sudamericano y el Panamericano con el equipo Sub-21 en el 2000, el Sudamericano y el Campeonato FIBA Américas con la mayor en 2001 y nueve títulos con el Club Atenas de Córdoba. Como si esto fuera poco, hizo historia al cosechar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 derrotando a Italia en la final, lo que rompió una enorme hegemonía que aún mantiene Estados Unidos.