En abril de 2020, cuando la sociedad estaba pasando uno de los peores momentos de la historia culpa de la pandemia originada por el coronavirus, dos jóvenes argentinos decidieron lanzar un proyecto para ayudar y contener emocionalmente a las personas que más lo necesitaban. Actualmente, la red cuenta con más de 100 acompañantes que brindan apoyo todos los días a través de Whatsapp. Juan Pablo Villani, que fundó la plataforma junto a María Zinn, dialogó con ADN+ y contó cómo funciona Aquí Estoy.
-Aquí Estoy nació en pandemia, pero ¿Cómo lo llevaron a cabo?
El proyecto en realidad empezamos a desarrollarlo antes de la pandemia y cuando llegó el coronavirus aceleramos todo. Yo dejé lo que estaba haciendo y por tres semanas desarrollamos a full “Aquí Estoy”, tanto lo que es la plataforma como la conexión y la formación de voluntarios. “Aquí estoy” es una red de voluntarios que se forman en empatía, en un criterio específico que nosotros tenemos de cómo brindar contención emocional a personas que están en situación de crisis.
-¿Hubo algún «filtro» para las personas que se anotaron como voluntarios?
Obviamente priorizamos a psicólogos y asistentes sociales para que primeramente entren ellos a la formación, porque en tiempos de pandemia se anotó mucha gente. En una semana se llegaron a anotar 7 mil personas, fue increíble. Pero teníamos que priorizar porque es un costo para nosotros formar a la gente en empatía y evaluarla. Una vez evaluadas y aprobadas en la formación, pueden pasar a charlar con las personas en situación de crisis. Nosotros nos regimos por el marco de lo que sería una primera ayuda psicológica, que es la escucha que todo humano puede hacerle a alguien que está en un momento difícil. No como un acompañamiento en el que ves asiduamente a la persona, sino para ayudar en ese momento que la persona está atravesando un momento de dolor y no tiene con quien hablar. No tenés que ser psicólogo para tener una escucha humana con otro, tenés que ser un humano. Ese es el punto central, promovemos la escucha humana y tratamos de formar a las personas en un criterio de empatía. Priorizamos, pero cualquier persona se puede formarse con nosotros y, una vez que aprueba, pasa a ser acompañante.
-¿Cómo nació la idea?
Es un múltiplo camino de cosas lindas. Yo estudie counseling y fui uno de los que empezó Pedidos Ya en Argentina. Después de un tiempo vendí mi parte y cree otra empresa que se llama Brandtrack, que es un software de música donde ayudamos a las marcas de ropa, hoteles y restaurantes a musicalizar sus tiendas. Ahí crecí como emprendedor tecnológico, pero siempre me picó el bicho de hacer algo de impacto. De hecho, estuve cuatro años estudiando para ser sacerdote y cuando volví al mundo de los mortales, por así decirlo, quise meterme en algo que genere impacto. Así fue que después de nueve años dejé mi propia empresa y dejé de trabajar operativamente. Decidí abrirme y dedicarme a cosas que me llenaran el corazón. También decidí abrirme porque me separé, con una hija de dos años, y entré en una crisis personal. Ahí pensaba también en lo difícil que es atravesar esto solo y sin apoyo. Por eso pensé que había que hacer algo y decidí unir mis dos pasiones: la tecnología y la empatía.
Justo cuando empecé con esto conocí a una chica que también tenía una idea de juntar personas que quieran escuchar y se sienten en plazas a hablar. Ahí nos unimos y de repente creamos Aquí Estoy. Surgió de ese deseo de que ninguna persona sufra en soledad. La escucha humana debería ser un derecho universal y no un privilegio para algunos. Hoy tenemos más de 100 voluntarios activos brindando acompañamiento emocional, de seis de la tarde a doce de la noche de Argentina, pero lo hacemos con voluntarios y voluntarias de diferentes países del mundo.
-¿Cuántas personas van acompañando hasta ahora?
El año pasado acompañamos a 40 mil personas que estaban atravesando momentos de dificultades. Hay personas que sufren ansiedad, depresión, tristeza. Otros que están pensado en suicidarse, quitarse la vida, lastimarse o están atravesando un momento de bullying, una separación difícil o una pareja que la abusa. Hay historias de todo tipo y personas que no tienen en este momento con quién hablar y en Aquí Estoy encontraron un apoyo y un lugar para desahogarse y recibir orientación también hacia un próximo paso que los ayude a mejorar su vida.
-También brindan ayuda a través de TikTok, ¿Por qué?
Nuestro principal camino para buscar a personas que necesiten acompañamiento es TikTok, por esa razón nuestro foco central son los jóvenes de entre 18 y 39 años. Aunque se piensa en general que las personas que más están sufriendo en soledad son los adultos mayores, en realidad los que mas sufren la soledad, hoy por hoy, son los jóvenes. Son los que más les impacta la soledad, los que más les afecta la salud mental, psicoemocional y los que más están sufriendo por temas de depresión y ansiedad. Es increíble y no se habla mucho de eso. Por eso nosotros nos enfocamos en estar ahí. Cuando alguien esté viendo TikTok y está entrando en un momento de depresión, tristeza, o está en un momento de angustia y no tiene con quien hablar, que vea un video nuestro donde digamos y vea que hay una persona real que está con ganas de escucharlo y acompañarlo. Eso para nosotros es fundamental.
@juanpablovillani Truco psicológico para apoyar a alguien que se siente triste #aprendeentiktok #ansiedad #depresion #aquiparati #amistad #pareja
-Una más personal, en TikTok tenés una cuenta propia donde aconsejas sobre diferentes temas y superas los 300 mil seguidores. ¿Cómo empezaste ahí y por qué decidiste hacerlo en esta plataforma?
Empecé en TikTok porque veía en LinkedIn que mucha gente sufría por no tener trabajo. Entonces decidí compartir videos con tips y tácticas para enseñarle a las personas cómo conseguir trabajo. Los contenidos se empezaron a viralizar y, como me gustan los temas de empatía y la comunicación empática, terminé armando videos más relacionados con eso. También hice algunos sobre buscar trabajo, pero lo que más me motiva y emociona tiene que ver con la salud emocional. Empecé por ahí y al final me gané un premio como uno de los mejores creadores de contenido educativo del año en Sudamérica. Ahora también fui elegido como influencer o portavoz de un mensaje de impacto por este año, así que muy agradecido con eso y con muchas ganas de seguir compartiendo cosas que ayuden a las personas a vivir mejor y a unirnos más como seres humanos, conectarnos más y entendernos más.