Aquino, el talentoso de Vélez que recuperó su apellido en el fútbol argentino

Arrancó en Ferro y pasó por Brasil y Paraguay antes de sufrir y lucir en Liniers. A los 33 años, pasó de pelear por no descender a ser el líder de un equipo que sueña con dos vueltas olímpicas en pocos días.

Por Cholo Sottile

Dic 5, 2024

Claudio Aquino está en Disney. Se va ovacionado cada vez que deja el césped del estadio Amalfitani. Hay chicos con el número 22 en las tribunas. Es uno de los mejores jugadores del año. Riquelme se fijó en él para que sea el conductor de Boca. En el 2023, se transformó en el mejor refuerzo de Vélez para escaparle al fantasma del descenso. Y ahora es el cerebro de uno de los equipos top del año, el que busca coronar en el torneo local y en la Copa Argentina. Hoy todos saben su apellido, el que rescató de cierta oscuridad en el fútbol argentino.

Aunque repitan su nombre, pocos saben que debutó en Ferro en el 2008 y allí jugó cuatro temporadas, que pasó por Defensa y Justicia, Godoy Cruz, Independiente, Fluminense, Belgrano, Unión, Guaraní y Cerro Porteño… Hasta hubo un video viral, un tik tok de preguntas y respuestas de chicos de Vélez, en el que un compañero dijo que Aquino era paraguayo, seguramente confundido porque venía de jugar allá. A los 33 años, el enganche, el conductor del puntero, vive el mejor momento de su carrera. Todas las pelotas van a él para cranear los ataques, es el dueño del menú variado de la pelota parada, y viene de su hacer un penal contra Sarmiento que tenía el peso de una ilusión contenida. Había que ganar sí o sí para no dejar acercarse a Racing y Huracán. Mientras en el palco, por el festejo de los 30 años de la Intercontinental contra el Milan, miraban el mismísimo Carlos Bianchi, el Turco Asad, el Turu Flores, Bassedas, Tito Pompei, Zandoná, Pepe Basualdo y otros héroes eternos, Aquino agarró la pelota como en los tiempos del inolvidable Chilavert y la ajustó contra un palo. Si a Vélez se lo reconociera en las tapas de los diarios, en todas las fotos saldría él.

No era el jugador de moda a mitad del año pasado. No peleaban por Aquino porque casi nadie lo buscaba. Allí surgió la idea de Christian Bassedas, que en esos tiempos era el secretario deportivo de un club urgido por ganar. El número 7 de ese equipo que destronó al Milan no podía errar porque ponía en juego la foto en el hall de entrada. «Yo fui Director Deportivo de Olimpia de Paraguay. Jugamos 2 ó 3 clásicos contra Cerro Porteño. Y Aquino era el talentoso de ese equipo de Chiqui Arce. El Carlitos Tevez de ellos. Ese estilo de futbolista, el mismo físico. Nosotros en Vélez necesitábamos un líder futbolístico y fuimos por él», explicó. Llegaron Brian Romero, Elías Gómez, Pancho Pizzini, jugadores que resultaron importantes. Pero el determinante fue Aquino.

Más sobre la banda en el equipo del Gallego Méndez, fue el que agarró una pelota que era un fuego y resultó clave con algunos goles, como el tiro libre contra Instituto en Córdoba. Cuando hubo cambio de autoridades, a finales del año pasado, tiempos en que Fabián Berlanga asumió como presidente y eligió a Ricky Alvarez como hombre del fútbol, Bassedas le dijo a Aquino: «Ojalá ahora puedan disfrutar del verdadero Vélez». Ese Vélez disfruta hoy el 22 cuerdo que tiene el equipo. En el primer semestre, con un juego que fue de menor a mayor después del 0-5 con River, llegó a la final de la Copa de la Liga y perdió con Estudiantes por penales pese a haber sido mejor que su rival en el juego. En la segunda mitad, sus números son increíbles y va por dos coronas.

La confianza liberó el talento. Ya nadie duda que es más difícil jugar por no descender que por ser campeón. Más aún en un equipo como Vélez. Se ordenó el club, se trajo un entrenador como Gustavo Quinteros, que armó un equipo de memoria, y pudieron brillar como siempre chicos del club. Hay niveles muy altos en el torneo. Marchiori se transformó en el arquero más confiable de los últimos 10 años, de Trapito Barovero para acá. Joaquín García es un lateral sin marketing, con apellido común, pero rindió en la Selección de los Juegos y difícilmente baje de los 6 puntos. Mammana recuperó su clase y su lugar como primer central. Valentín Gómez, pese a la extraña revisión médica que finalmente lo dejó afuera de River, es el mejor central zurdo del campeonato. Elías Gómez, después de su castigo por sus palabras al DT contra River, viene de jugar uno de sus mejores partidos del año contra Sarmiento. El doble 5 siempre rinde, con el tractor Ordoñez, un pibe del club, y el ahora adorado Bouzat. El capitán se relanzó como volante interno, en el eje de la cancha, un puesto que lo puso Quinteros en Colo Colo. Y tuvo su noche de gloria con los dos goles a Boca en la noche histórica del 4 a 3. Pizzini rinde en la banda derecha, Brian Romero es el goleador del equipo con un momento descomunal en el torneo, y Thiago Fernández es el gran gambeteador, clave en el uno contra uno, aunque ahora sufre por la rotura de ligamentos que lo dejará afuera de los partidos decisivos. El conector de todos ellos, el líder futbolístico es Claudio Aquino. Lo sabe Vélez. Y si bien aún le falta la foto más linda, también lo sabe todo el fútbol argentino.

Cholo Sottile

Cholo Sottile es periodista deportivo con 30 años en los medios. Actualmente es columnista en F90 y Equipo F, por ESPN. Su carrera arrancó en la grafica, en Clarín Deportes. Y trabajó más de 20 años en Olé, donde inició la aventura del primer diario deportivo de la Argentina. Cubrió 5 Mundiales entre cientos de eventos, donde realizó recordadas entrevistas con Maradona, Messi y los grandes personajes del mundo del fútbol. Escribió el primer libro en el país del capitán de la Selección: “Messi, el distinto”.

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