Candela Francisco, Ana Borda y María José Campos fueron presentadas en Tecnópolis en la muestra “Ajedrecear “ y recibieron la ovación de todos los aficionados. Además, estuvieron los otros argentinos que logaron clasificar al campeonato: Fernando Peralta y el internacional Pablo Acosta.
Las chicas se destacan en la disciplina desde muy chicas. Candela, de 16 años, comenzó a participar en comedores comunitarios. Logró el título de Gran Maestra tras coronarse en La Habana y es la mejor argentina ubicada en el ranking. «El ajedrez te ayuda a pensar, se piensa cada cosa que vas a hacer porque va a traer consecuencias pueden ser buenas o malas, después las vas a ir descubriendo, y en la vida es lo mismo; a las niñas que quieren empezar a jugar les digo que se acerquen, que el ajedrez no muerde, que se van a divertir y van a hacer muchos amigos», dijo la adolescente.
Por su parte, Ana tiene 19 años y es ingeniera en Informática. Un día decidió cambiar el rumbo tras participar en varios deportes físicos, incursionó en el ajedrez y no lo dejó nuca más. «Cuando gané mi primer torneo internacional me di cuenta de que yo podía lograr cosas importantes en el ajedrez, eso me abrió los ojos y me animó a desafíos como esta copa del mundo que es el torneo más importante con el que un ajedrecista puede soñar», recordó.
La mayor, María José, de 24 años, arrancó a los 15 un centro cultural. A pesar de haber arrancado de grande, llegó al alto nivel al competir por los puntos. «Es una emoción terrible y un gran orgullo representar a mi país en la Copa del Mundo, es una satisfacción saber que clasifiqué a un torneo donde las jugadoras son las mejores del mundo y poder medirme con ellas», sostuvo la chica oriunda de Wilde.