Arrancó en el gimnasio de sus padres y hoy recorre el mundo

Tomás Wurch dio sus primeros pasos en un local de Hurlingham, se afianzó junto a Flavio Mendoza y ahora brilla en el espectáculo “Fuerza Bruta”.

Por Jonatan Pedernera

Sep 9, 2023

El gimnasta persiguió sus sueños y de esa manera consiguió viajar por varios países: Estados Unidos, China y Brasil, entre otros destinos. Lo hizo representando al elenco de “Fuerza Bruta”, donde integra el staff desde hace varios años y continúa demostrando sus habilidades. Pero su historia arrancó hace largo tiempo…

Tomás comenzó a moverse en las colchonetas del gimnasio de sus padres. Creció apegado a la disciplina del entrenamiento y a los 18 años compitió de manera profesional en la Selección Argentina de Gimnasia. En ese lapso, recibió la propuesta para incorporarse a circo Servián, que dirigía el reconocido artista Flavio Mendoza.

Hurlingham es su lugar en el mundo. Acá, en uno de los gimnasios del Oeste.

Con mucho temor, se sumó a una audiencia del productor y quedó elegido entre varios postulantes, nacía “Stravaganza”. “Ahí empecé a vivir la locura del teatro. En el verano de 2011 nos fueron a ver 200 mil personas, nadie podía creer lo que pasaba”, dijo Wurch, quien se destacó como acróbata en dicho ciclo.

En una de las giras, conoció la llamativa ciudad de Shangai en China.

Luego, tomó la decisión de incorporarse a los entrenamientos del proyecto teatral Fuerza Bruta, un show que se caracteriza por un estilo experimental, la innovación estética y el despliegue escénico en grandes dimensiones.

Según comentó entre risas, cuando se presentó a la audición abierta que realizaron en 2014, no sabía que perfil buscaban, ni de qué se trataba el espectáculo. Lo único que sabia era que viajaban por el mundo y con eso era suficiente. «Así comenzó el sueño de los viajes, el mundo y sus culturas», señala.

Al lado de Flavio Mendoza, un referente en su carrera.

Cuando está en el país, Tomás, de 30 años, reposa en sus pagos en el Oeste. Ahí, administra tres escuelas de gimnasia artística y una escuela de danzas. “Es un sueño poder tener un espacio sanador en un lugar donde pueden bailar desde un niño de 3 años hasta los abuelos de los mismos nenes”, cerró emocionado.

 

En uno de los segmentos, el gimnasta demuestra sus dotes en el agua.

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