Por el momento no existe una cura definitiva para la enfermedad del Alzheimer, esa que atormenta a muchos seres humanos a lo largo y a lo ancho del globo terráqueo como consecuencia de lo impiadoso de sus alcances y lo triste de sus consecuencias.
Sin embargo, los científicos especializados no dejan de trabajar con respecto a los avances para poder combatir esta enfermedad. Pero, al mismo tiempo, con el objetivo de poder hacer más llevadero el padecimiento para sus pacientes.
Los nuevos enfoques y métodos están inclinados hacia las ayudas para ralentizar o, en la medida de lo posible, prevenir el progreso del Alzheimer. Por ello es que se trata de una nueva luz de esperanza pensando en el futuro ya no tan lejano.
En ese contexto, las estrategias de tratamiento actuales se centran en aliviar los signos y los síntomas con un tratamiento que puede reducir su gravedad. A su vez, también puede mejorar la calidad de vida, reducir la ansiedad, elevar el ánimo y aliviar preocupaciones de salud.
Bajo esa órbita, el tratamiento contra el Alzheimer implica, en muchas ocasiones, una combinación de medicamentos y otras terapias. Algunos de estos fármacos están diseñados para tratar cambios físicos en el cerebro, mientras que otros ayudan con la memoria.
Medicamentos para los síntomas cognitivos
- Inhibidores de la colinesterasa
- Donepezilo
- Rivastigmina
- Galantamina
- Antagonistas NMDA
- Suplementos dietéticos
Medicamentos para los síntomas psicológicos
- Antidepresivos
- Medicamentos contra la ansiedad
- Antipsicóticos
- Estabilizadores del ánimo