La popular película de la muñeca icónica continúa en lo más alto de la taquilla. El filme de Greta Gerwig basado en la popular muñeca, que acumula 459 millones desde su estreno sólo en su país de origen, se convirtió en la primera película dirigida por una mujer que logra ese hito.
Barbie superó ampliamente a los otros títulos del momento. “Megalodón 2”, con 30 millones, se ubicó en el segundo lugar. “Oppenheimer” siguió en la lista y “Tortugas Ninja: Caos mutante”, ocupó el cuarto puesto. “Mansión embrujada” cerró el top five y según los críticos, la apuesta de Disney fue un fracaso teniendo en cuenta el gasto de 150 millones de dólares que se invirtió en la producción.
Además, el filme se ubica en el puesto 45º entre las películas más taquilleras de todos los tiempos. ¿Algo más? Ya igualó a “Harry Potter y las reliquias de la muerte” y todo indica que lo va a superar al mago ampliamente…
¿De qué se trata la película?
La historia sigue lo que le ocurre a una de las muñecas en su propio universo. La Barbie “clásica” vive todo el día feliz, poniéndole voz a canciones que parecen salidas de musicales de los ‘60, saludando a todo el mundo que la rodea y mediando cada vez que los Ken se pelean por ella.
En ese mundo que ella no sabe que es de fantasía, hay algo que empieza a salir mal. Sin saber muy bien por qué, sus dudas existenciales irrumpen como un torbellino. “¿Ustedes alguna vez pensaron en morir?”, se pregunta, en medio de una coreografía, lo que provoca un quiebre total: las ideas de muerte, oscuridad y miedos empiezan a imponerse por sobre los colores que hay a su alrededor.
Es entonces cuando otros personajes la ayudan a tomar la decisión. A Barbie no le queda otra que dejar Barbieland para ir en busca del mundo real e intentar conocer a la persona que “juega” con ella y le provoca este cambio en sus sentimientos para corregir el camino.
En ese recorrido, descubrirá que Ken se sumó a su aventura, que todo es más difícil cuando el dueño de la empresa Mattel ordena devolver a Barbie a su caja original y que el mundo verdadero, a veces, no es tan feliz.