El aceite de oliva es cada vez más consumido dentro del territorio argentino e incluso en el mundo entero. No solamente por su exquisito sabor sino también por sus innumerables propiedades que generan beneficios claros para la salud.
En medio de ese panorama, la provincia de Buenos Aires emerge como la nueva cuna del aceite de oliva. Apoyada en grandes ventajas agroecológicas, se ha posicionado de manera satisfactoria y contundente dentro de la región.
Sucede que el corazón del sudoeste bonaerense se perfila como el epicentro de una verdadera revolución en torno a la producción de aceite de oliva virgen extra. Esto se traduce en una extraordinaria noticia para la provincia y para el país.
Este viento a favor se produce gracias al clima y al suelo únicos, por lo que la provincia de Buenos Aires se encuentra en capacidad de superar, de forma clara, los estándares internacionales. Entonces, se avecinan exportaciones al respecto.
Bajo esa órbita, un grupo de productores y técnicos del INTA analizó las condiciones naturales de la zona que permiten producir este producto de altísima calidad que está convirtiendo a dicha región en la provincia en su máxima exponente.
Por otra parte, a nivel nacional, Argentina es la principal productora y exportadora de aceite de oliva de América del Sur, con una producción de 40.000 toneladas anuales, de las cuales 37.200 se exportan principalmente a Estados Unidos, España y Brasil.
Según los datos de la Federación Olivícola Argentina (FOA), el principal productor del país es San Juan, con un 43 por ciento de la producción. Siguen La Rioja (28%), Catamarca (15%), Mendoza (10%) y Buenos Aires (2%).