A través de procedimientos y coordinación entre todas las dependencias de Capital Federal, se pudo bajar la cifra de menores en situación en calle en un 80 %. ¿Cómo se activa el protocolo que protege a los menores?
“Cuando localizamos a un menor de edad en situación de calle activamos las alertas y ayudamos a las familias para que accedan a los diferentes programas de asistencia”, expresaron desde el Gobierno de la Ciudad.
El protocolo se implementó por primera vez el 9 de febrero de este año, cuando se logró resolver el caso de una familia compuesta por madre, padre y dos niños, en Brasil y Pichincha. La familia fue alojada y se encuentra protegida bajo amparo. A partir de esta primera experiencia se iniciaron una serie de operativos conjuntos, con una reducción del 80% en el número de casos.
El equipo de Buenos Aires Presente (BAP) en acción.
Este protocolo coordina acciones para garantizar la protección de los derechos de los niños y adolescentes involucrados, y brindar una respuesta ágil en la intervención, llevada adelante por equipos del Buenos Aires Presente (BAP) y el Programa Abordaje Territorial especializado de Niños, Niñas y Adolescentes (ATENNA).
El BAP ofrece el ingreso a un Centro de Inclusión Social, subsidio de apoyo habitacional o revinculación a residencia de origen. En caso de que se rechacen estas opciones y persista la situación de vulnerabilidad, se adoptan medidas de acuerdo a la Ley 26.601 de protección integral de los derechos de los niños.
Las cifras se dieron a conocer en el Centro de Monitoreo Urbano de Chacarita.
Uno de los ejemplos más notorios de este sistema se dio en la semana con el rescate de una bebé en Plaza Miserere. Tras pasar más de 48 horas sin que la familia se presentara en el Centro de Inclusión Social Tacuarí, el 7 de febrero perdieron la vacante y se dio aviso a la Guardia Jurídica del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (CDNNyA). La pareja dejó a la bebé con un hombre en situación de calle, que notificó a los oficiales Iván Miño y Rocío Cárdenas.
Luego, el SAME trasladó a la pequeña al Hospital Ramos Mejía para un control pediátrico. A su vez, el CDNNyA determinó que la madre de la menor fuera evaluada por un equipo del hospital, no pudiendo retirar a la niña hasta que esto sucediera.
