Científicos argentinos crearon el yogurt saludable

El equipo del Instituto de Lactología del Conicet desarrolló el lácteo que alivia síntomas digestivos. Además, contiene varios beneficios.

Por Jonatan Pedernera

Abr 27, 2024

Investigadores del Instituto de Lactología Industrial del Conicet de Santa Fe dieron curso a un largo proceso que derivó en el yogurt saludable, que mejora los indicadores sanguíneos y sintomáticos del aparato digestivo. ¿Qué resultados arrojaron los experimentos?

El producto fue desarrollado por el Instituto Inlain, bajo la órbita del Conicet Santa Fe y la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Los resultados mostraron que “se mejoraron varios parámetros sanguíneos, mejoran los síntomas gastrointestinales (sobre todo en mujeres), y hubo ligeros cambios en la microbiota que podrían estar relacionados a la disminución de bacterias inflamatorias”, explicó Gabriel Vinderola, parte del equipo.

Los investigadores del Conicet, en plena tarea.

Vinderola detalló además que el yogurt “tiene mayor contenido de proteínas  para dar saciedad; no contienen lactosa, por la problemática creciente de intolerantes; y cuenta con la menor cantidad de potenciales sellos negros (etiquetado frontal) porque se utilizó como único edulcorante: stevia.”

En principio, se ensayó “en un modelo animal de obesidad”, en el cual ratones con una alimentación rica en grasas recibieron el producto y por lo tanto mejoraron los parámetros inflamatorios de la dieta. Fue la primera pista para trasladar el experimento a humanos.

Posteriormente, se trasladó el análisis de campo a personas, con el apoyo de médicos de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Dr. Fabio Nachman, gastroenterólogo de la Fundación Favaloro. Así, 43 voluntarios de diversas edades comenzaron a consumir el yogur y mostraron buenos resultados en los parámetros sanguíneos y digestivos.

Los investigadores llevaron a cabo los experimentos en humanos con resultados positivos.

 

Según los investigadores, los voluntarios también destacaron “lo rico y lo bien que les caía el producto”; por lo que esperan poder transferir su patente a alguna empresa láctea para su producción y comercialización “con algún alegato de salud si se lo presenta al Anmat como un nuevo alimento funcional”, explicó la directora del Inlain, Andrea Quiberoni.

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