El hallazgo es sorprendente y alentador: científicos del Conicet estudiaron la piel del maní y llegaron a la conclusión que tiene la capacidad para repeler al virus del dengue. El descubrimiento sigue en fase experimental y se esperan más noticias positivas.
El trabajo del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (INICSA, CONICET-UNC) y el Instituto de Biotecnología Ambiental y Salud (INBIAS, CONICET-UNRC) se replicó en la revista Plants y muestra los resultados de cara a la lucha contra la enfermedad viral.

Florencia Menis Candela, una de las pioneras en el estudio.
El tegumento de maní, que contiene altos niveles de moléculas de polifenoles y proantocianidinas, es conocido por su actividad antioxidante y antiviral, por sobre todas las cosas.
Todos los ensayos se realizaron in vitro y aprovecharon la textura del maní, que se produce a gran escala en Córdoba, ya que se deja como un subproducto industrial.
Se determinó que el extracto actúa en varias etapas del ciclo del virus, incluyendo la adsorción, la penetración en la célula y la replicación intracelular. Además, demostró una acción directa, lo que significa que puede inactivar el virus antes de que entre en contacto con las células.

El dengue se transmite por el mosquito «Aedes Aegypti».
Es por eso que el nuevo tratamiento, además de ser una solución prometedora en la lucha definitiva contra el dengue, es un ejemplo de innovación científica con impacto social, ambiental y sustentable.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito “Aedes Aegypti”, y la cantidad de infecciones no para de crecer en las últimas décadas, especialmente en regiones tropicales. Si bien hay vacunas disponibles, los tratamientos antivirales efectivos y accesibles siguen siendo una cuenta pendiente.

Los avances sobre la piel del maní arrojan estudios alentadores.