Durante los fines de semana largos, van apareciendo lugares exóticos, en especial en la provincia de Buenos Aires. Uno de ellos es Colón, ubicado a 20 kilómetros del límite con Santa Fe y a 280 de CABA. ¿La particularidad? El pueblo cuenta con un faro marítimo, a 700 kilómetros de la costa más cercana.
Marcelo Battaglia, secretario de Seguridad, contó: “No hay lógica, pero el faro es parte de nuestra identidad. Su luz es visible desde lejos y contrasta en medio de la llanura”.

El faro, que se ubica en un parque, se puede apreciar desde varios puntos del pueblo.
La estructura tiene 20 metros de altura y escalera caracol de 50 escalones, que culmina en un mirador con panorámica a los campos, al mar verde de cereal, pastizal y vacas. Cerca de 6.000 personas al mes pasan por el parque.
Wilmar Cúneo, un docente de la zona, tuvo la idea en la década del 70’. Su iniciativa no tuvo apoyo en su momento, pero hoy, todos los habitantes coinciden en que fue una idea pionera.
Se decidió hacer un parque, usando un terreno de 100 hectáreas en la entrada del pueblo que incluía una obra faraónica: un lago artificial con una superficie de 30 hectáreas y una profundidad de tres metros y medio. Las obras comenzaron en 1978 y durante dos años se trabajó las 24 horas para remover la tierra.

El diseño se inspiró en el faro de San Clemente y también utilizó como modelo al de Punta Mogotes de Mar del Plata.
La obra se inspiró en el faro de San Clemente de Tuyú, conocido como Faro San Antonio, que tiene 58 metros de altura y fue puesto en marcha en 1892, en la costa bonaerense.
“Nosotros antes nos identificábamos con el mangrullo y ahora tenemos nuestro faro”, sostiene Battaglia, haciendo referencia a esta construcción que está en la actualidad camino al cementerio local. Colón tiene una gran historia de fronteras. La localidad se asienta en terrenos donde estuvo el Fortín “Mercedes”, luego de finalizada la Conquista del Desierto el ejército se retiró y en 1873 un grupo de inmigrantes decidieron repoblar estas tierras. En 1875 se firmó el decreto de creación del pueblo de Colón.
Con espíritu independista, el partido avanzó a gran paso y según cuenta Battaglia: “El lugar tiene muy poco desempleo”. A pesar de estar lejos de la costa, Colón tiene su monumento insignia, el Faro de las Pampas.