Este lunes la justicia federal, a través de la Cámara Federal del San Martín, dio la orden de dar marcha atrás en la decisión del juez federal de Mercedes de frenar la reconversión, remediación y cierre del basural ubicado en la localidad bonaerense de Luján. Sergio Federovisky, viceministro de Ambiente y Desarrollo sostenible de la Nación, celebró la medida y agregó que se trata del basural “más icónico y más nefasto de la Argentina”.
El funcionario explicó que desde el ministerio de Ambiente de la Nación se tomó el compromiso de tratar de «recuperar el tiempo perdido desde la cautelar dictada por el juez federal de Mercedes e intentar cumplir con los plazos originales de la obra y concluirla, inaugurarla y ponerla en funcionamiento antes de fin de año”. Y añadió que “de ninguna manera aquello que está construyéndose para reemplazar un basural de más de 50 años y aquello que está remediando ese basural, puede considerarse más amenazador del ambiente que este sitio en donde, sin ningún tipo de control y tratamiento, se vuelcan los residuos desde hace 50 años”.
Impacto local en Luján y su tradición ambientalista
Los últimos días, desde que la decisión de la cámara tomó estado público, fueron de festejos y algarabía popular en la ciudad de Luján, pero especialmente en los barrios linderos con el histórico basural, conocido como La Quema. La semana anterior, los vecinos se habían congregado en ese mismo predio a compartir una misa, en compañía del intendente, el gabinete y el bloque de concejales del oficialismo.
Luján tiene una fuerte tradición de militancia ambientalista: desde las luchas de los años noventa para lograr el cierre o la relocalización de Curtarsa, la curtiembre que volcaba sus efluentes sin tratar en el río, a la campaña para modificar la traza de una ruta en defensa de un bosque perteneciente a la universidad nacional. La defensa de la planta de saneamiento “Laudato Si” debe inscribirse en esa tradición local.