El 13 de febrero pasado, Manchester City había puesto un pie y medio en los cuartos de final de la presente edición de la UEFA Champions League. Es que, en territorio danés, el equipo comandado por Josep Guardiola había superado a FC Copenhague por 3-1. Un resultado muy beneficioso en condición de visitante.
Luego, mucho tiempo debió transcurrir para la llegada del partido de vuelta correspondiente a los octavos de final del mencionado certamen continental. Este miércoles, en Inglaterra, los Ciudadanos se presentaron de cara a su público con la misión de finiquitar el pasaje hacia la próxima instancia de la «Orejona».
Y lo cierto es que la historia no pudo haber comenzado de una mejor manera para los campeones vigentes de la Champions League. Es que, cuando transcurrían jugados apenas 5 minutos del primer tiempo, el defensor Manuel Akanji apareció en escena para establecer la apertura del marcador para los locales.
Pero los de Guardiola no se conformaron con ello y fueron por más. Así fue como, a los 9 minutos de ese mismo período inicial, Julián Álvarez demostró que siempre está listo para ser titular. El ariete surgido de las divisiones inferiores de River Plate sacó un remate muy fuerte que doblegó la endeble resistencia del arquero visitante.
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De todas formas, cuando las aguas estaban extremadamente tranquilas para el anfitrión, FC Copenhague diagramó una muy interesante maniobra colectiva para hallar el anhelado descuento. A los 29 minutos, Mohamed Elyounoussi la finiquitó para recortar distancias y darle un atisbo de ilusión a la visita.
Pero Manchester City volvería a golpear antes de la llegada del descanso y lo haría con el jugador más destacado que tiene entre sus filas. En la agonía del primer tiempo, el temible Erling Haaland demostró por qué es uno de los delanteros más implacables del momento al poner el 3-1 con el que llegaría el descanso.
Luego, ya en la etapa complementaria, los británicos manejaron la pelota y los tiempos prácticamente sin despeinarse mientras el reloj seguía transcurriendo ante la impotencia de los escandinavos. El marcador no volvió a moverse y Manchester City se clasificó a cuartos de final con un contundente global de 6-2.