Investigadores de la Universidad de Swansea encontraron la solución a un problema cotidiano. Allí inventaron un material autorreparable que sella grietas automáticamente. Gracias a esto, los automovilistas le podrán decir chau a los baches.
El compuesto podría prolongar la vida útil de las rutas en un 30 % y reducir significativamente los costos de mantenimiento, según los investigadores.
Este material innovador, parecido al betún, contiene diminutas esporas de plantas impregnadas con aceites reciclados. Cuando el tráfico ejerce presión sobre la superficie, las esporas liberan los aceites, lo que reblandece el material y permite que las grietas se sellen por sí solas.

El nuevo hallazgo le dará solución a un viejo problema en las rutas.
Al cerrar las partes fisuradas, se evita que se formen baches en el futuro y se alarga la vida útil de la ruta. El compuesto ha demostrado la capacidad de reparar pequeñas fracturas en apenas una hora desde su aparición
La Inteligencia Artificial fue determinante. Mediante simulaciones digitales, los investigadores analizaron cómo se mueven las moléculas orgánicas en el betún y cómo responden al estrés mecánico del tráfico. Esto les permitió ajustar la composición del material para maximizar su capacidad de reparación.
Además del impacto en la seguridad, el mantenimiento de carreteras tiene implicaciones ambientales. La producción de asfalto y los constantes trabajos de reparación generan emisiones de carbono y residuos. Entonces, este nuevo líquido, producido con plantas, reduciría el impacto sobre la naturaleza.

La Universidad de Swansea es considerado un sitio de excelencia en Inglaterra.