Ayer la ciudad de Buenos Aires fue testigo de una fiesta inolvidable, ya que el Argentina Open finalizó con el argentino Facundo Díaz Acosta siendo campeón del torneo tras vencer en la final al chileno Nicolás Jarry por 6-3 y 6-4.
Además de ser el primer título de ATP que gana el joven de 23 años en su corta carrera, fue la segunda vez en 15 años que un tenista nacional se consagra como el ganador del campeonato. Desde el 2009 hasta la actualidad, solo Diego Schwartzman había logrado el premio mayor. En aquella ocasión, el Peque derrotó a su compatriota Francisco Cerúndolo por 6-1 y 6-2.
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Algún desprevenido puede conocer al ahora número 59 del ranking mundial desde hace poco tiempo, pero lo cierto es que es una de las grandes promesas del deporte nacional desde que era un adolescente. Si bien no tenía el renombre de Sebastián Báez, quien era escolta en la tabla del mundo juvenil, era un muy buen prospecto para el futuro del país.
Su primera gran prueba como tenista fue en los Juegos Olímpicos de la Juventud que se llevaron a cabo en 2018 en Buenos Aires. Con solo 18 años, Facu dio muestras de su potencial ganándose al público y obteniendo dos medallas para la delegación local: una de oro, que la consiguió en dobles junto a Báez, y una de plata, como individual.
Como millones de personas en el mundo, el 2020 lo encontró encerrado en su casa transitando la cuarentena para prevenir la propagación del coronavirus. Como era deportista, podía solicitar un permiso para entrenar fuera de su casa con las herramientas necesarias para no perder su crecimiento en la actividad. Sin embargo, no logro la aprobación: «Sigo encerrado hace cinco meses como la mayoría. Me puse un colchón, conseguí que me lo mandaran y lo puse en el patio para jugar«, reveló en una entrevista de aquel momento.
Recientemente, explicó en una nota con Infobae que empezó a jugar frente al colchón porque no tenía nada más que hacer en el encierro: «Ni siquiera lo hacía con ganas, porque ya en ese momento era como que estaba en una zona de confort. Lo que quería evitar era quedarme en la cama todo el día, levantándome a cualquier hora o pasármela jugando a la Play o comiendo cualquier cosa. Había tanto tiempo libre que había que matarlo de alguna manera», comentó.

El joven tenista utilizó un colchón para entrenar durante la cuarentena.
Tras la pandemia, el oriundo de Vicente López sufrió algunas lesiones que no le permitieron desarrollarse adecuadamente, pero las pudo dejar en el camino ganando en 2022 una presea dorada en los Juegos Suramericanos y en 2023 algunos torneos de Challenger. Asimismo, el año pasado salió campeón de los Juegos Panamericanos de Santiago, lo que le aseguró un lugar en los Juegos Olímpicos de París que se celebrarán entre julio y agosto de este año.
Originalmente no iba a jugar el Argentina Open, pues no había logrado la clasificación. Para fortuna de él, recibió una tarjeta de invitación, comúnmente conocida como wild card, y pudo decir presente en el ATP de Buenos Aires. Ahora, tras dejar en el camino al alemán Daniel Altmaier por 6-3 y 7-6, a Cerúndolo por 7-6 y 6-0, al serbio Dušan Lajović por 6-4 y 6-3 y al rosarino Federico Coria por 6-2 y 6-3 y derrotar en el último partido a Jarry, escaló 28 posiciones en el ranking, le dio una nueva corona al país y confirmó su lugar como uno de los tenistas que más dará que hablar en las próximas décadas.