Como si fuera una herramienta de ciencia ficción, un laboratorio de China creó un rayo láser capaz de leer caracteres diminutos a una distancia de 1,36 kilómetros, específicamente.
El método que utiliza el dispositivo también es revolucionario, ya que a diferencia de una cámara, usa un principio llamado interferometría de intensidad activa, que se enfoca en cómo la luz rebota y va reconstruyendo la imagen con cálculos precisos.

El avance traerá cambios puntuales en la manera de recolectar información sobre sitios arqueológicos y ecosistemas sensibles.
En el experimento llevado a cabo por los científicos chinos, se usaron ocho haces de luz infrarroja dirigidos al objetivo. Luego, dos telescopios separados registraron las variaciones en la intensidad de la luz reflejada. Mediante complejos algoritmos, el sistema reconstruyó con precisión los caracteres impresos, con una nitidez inigualable.
Si bien varias empresas ya iniciaron la carrera para contar con el avance, el sector de la arqueología fue el más interesado. Es que con esta herramienta se podrán descifrar inscripciones antiguas en acantilados o sitios inaccesibles.

Así funciona la tecnología del rayo láser inteligente.
En el ámbito medioambiental, se abren nuevas posibilidades para el monitoreo de hábitats sensibles. En lugar de acercarse y alterar el comportamiento de especies animales, los científicos podrían obtener información visual desde lejos, con una precisión hasta ahora impensable.
El láser también sería fundamental para el mantenimiento de infraestructuras: detectar grietas minúsculas o alteraciones en la superficie de puentes, presas o edificios históricos sin acercarse físicamente.