Los humedales de las selvas misioneras entregan esteros y charcos en todos los rincones. En esos ecosistemas se descubrió al pez killi, técnicamente el “Argolebias Adrianae”, habitante en las reservas que aparecen en estas regiones luego de las lluvias. El ciclo de vida de los peces llamó la atención a todos los biólogos del mundo.
Los Killis estacionales son un grupo de peces presentes en América y África que se caracterizan por presentan notables adaptaciones que les permiten sobrevivir en ambientes acuáticos efímeros, que se secan completamente durante una parte del año, periodo que los adultos no sobreviven, pero sí sus huevos, que resisten el desecamiento durante meses enterrados en el fondo del charco. Dentro de este grupo de peces se encuentra el género sudamericano Argolebias, del cual hasta ahora se conocían tres especies.
La nueva especie fue descubierta en la cuenca baja del Río Iguazú. Tiene la particularidad de sincronizar los ciclos de vida con los ciclos hidrológicos de los ambientes. Es por eso que el Argolebias se mimetiza dependiendo de la fase acuática y el clima del lugar: se superpone a sequías y a fuertes lluvias.
El nombre de la especie Adrianae es un tributo a la ictióloga argentina Dra. Adriana Almirón, en reconocimiento a sus contribuciones significativas a la ictiología neotropical. Esta elección “subraya el papel vital de las mujeres en el progreso científico y enfatiza la importancia de un entorno científico sin sesgos de género” según sus autores.
La nueva especie fue descrita en un artículo publicado en la revista Canadian Journal of Zoology (Revista Canadiense de Zoología), titulado: “Expect the unexpected: a new species of killifish from a highly stochastic temporary wetland near Iguazu Falls (Cyprinodontiformes: Rivulidae)” (Esperar lo inesperado: una nueva especie de pez killi en un humedal temporal altamente estocástico cerca de las Cataratas del Iguazú (Cyprinodontiformes: Rivulidae)» a cargo de Felipe Alonso (IBIGEO-CONICET) y con la colaboración de G.E. Terán, P. Calviño, W.S. Serra Alanis, M.M. Montes, I.D. García, J.A. Barneche, L. Ciotek, P. Giorgis y J. Casciotta pertenecientes a CONICET, la Fundación Killifish, la Universidad Nacional de La Plata, la Administración de Parques Nacionales y el Museo Nacional de Historia Natural de Montevideo.
Como los killis viven en entornos que pueden extinguirse, es fundamental tener cuidados sobre el avance dañino de la acción humana, los drenajes y rellenos. Justamente, el principal objetivo del descubrimiento y los próximos estudios tienen que ver con el entendimiento de la biodiversidad de la selva, sus nuevas especies y el cuidado.