El 9 de septiembre de 1993, Diego Armando Maradona firmaba su vínculo con Newells’s a cambio de tres cuotas de 1.500.000 de dólares. A menos de un año de lo que sería su último mundial, el Diez sorprendía a todos y ponía el gancho en Rosario. Atrás quedaban Argentinos Juniors, San Lorenzo y el mismo Boca.
Diego se inclinó por el club del Parque Independencia por la afinidad con los entrenadores Jorge Solari y Ricardo Giusti, una de las cabezas en la agencia de representación Socer SA. Es por eso que Maradona inclinó la balanza y Marcos Franchi, su representante en ese momento, apuró la gestión.

En uno de los reconocimientos, Scaloni aparecía con el pelo largo.
En su arriba, exigió que se suba el salario de todo el plantel rojinegro y en el estreno ante Emelec de Ecuador, ante la presencia de 40.000 Leprosos, se recaudaron 1.700.000 de dólares. Además, el frigorífico Paladini pagó 150.000 de dólares por un banner en la conferencia de prensa y Pepsi desembolsó 50.000 dólares para que Diego tomara un sorbo de la bebida en plena charla.
“A todos los que estén en la cancha hoy quisiera abrazarlos por el recibimiento, quise dormir unas horitas antes del partido y no pude de los nervios, de la cantidad de familiares y amigos que pasaban por la pieza. Yo quería encontrarme con esto, íntimamente lo estaba suponiendo, lo que pasa es que la hinchada de Newell’s se pasó”. Ahí, entre los hinchas, estaba un tal Lionel Messi, con apenas 6 años. “A Pelé, Di Stéfano, Cruyff no los pude ver, pero a Diego sí. De él vi todo, hasta lo llegué a ver en vivo. Era chiquito, pero en Newell’s estuve el día que debutó con Emelec. No me acuerdo de nada, pero sé que estuve”, contó Leo un vez.

Una multitud acompañó a Diego en el estreno y Messi alentó desde la tribuna.
No fue el único, el técnico de la Selección, Lionel Scaloni, quien viaja constantemente en el tiempo con fotos que lo ubican en esos partidos históricos, aparecía con una larga cabellera detrás del ídolo junto al grupo de Juveniles.
Debido a varios problemas físicos y encontronazos con los dirigentes, Diego rescindía contrato el 1º de febrero de 1994. Cuando todos daban por terminada su carrera, a los meses iniciaba su entrenamiento particular de cara al mundial 1994.

Messi homenajeó a Maradona, en el año de su muerte, en un festejo con la camiseta icónica. Ahí estaba en el Barcelona.
Sus siete partidos
Diego jugó ante Emelec, Independiente, Belgrano, Gimnasia y Esgrima La Plata, Boca, Huracán y Vasco da Gama. Marcó un solo gol, en el amistoso del debut ante los ecuatorianos.