Dinamarca es uno de los países que le hace frente a la contaminación y al cambio climático, que en la actualidad son dos de los problemas más graves de nuestro planeta. La nación escandinava lleva adelante políticas ambientales desde principio de la década de los 90. Además, es pionera en este tipo de medidas con las cuales, trata de contribuir con una agenda verde y sostenible que pueda colaborar con una mejora para el medio ambiente.
Mientras que Copenhill es una central eléctrica que transforma los residuos de la ciudad de Copenhague (capital de Dinamarca) en energía limpia. A su vez, en la parte superior de la planta posee una singular pista de esquí, sumado a una ruta de senderismo, junto con un rocódromo (instalación para practicar escalada). Cabe destacar que este rocódromo artificial, es el más alto del mundo, ya que cuenta con un kilómetro de alto.
Por su parte, la central brinda energía para 90.000 hogares y convierte uno de los lugares menos atractivos de cualquier ciudad (debido a los residuos que se encuentran allí), en un recinto en el cual, los habitantes de Copenhague o turistas pueden realizar diferentes actividades. Con este propósito pone en evidencia que la arquitectura sostenible también puede ser divertida.
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Detalles de la central eléctrica
La planta cuenta con una superficie de 41.000 metros cuadrados y convierte 440.000 toneladas de basura anuales en energía limpia. La central fue edificada por los arquitectos de Bjarke Ingels Group (BIG) y la construcción demoró 10 años. Los arquitectos para diseñar Copenhill, se apoyaron en el concepto de “hedonistic sustainability” (sustentabilidad hedonista). El “hedonismo”, es la búsqueda de placer y bienestar en todos los aspectos de la vida. Entonces, la sustentabilidad hedonista propone ser responsables con el medio ambiente, sin tener que perder la calidad de vida. Asimismo, evidencia que la arquitectura y el diseño pueden ser económicamente rentables y sostenibles al mismo tiempo.
Otra de las singularidades que expone la central, es que el vapor que emanan las chimeneas de la planta no es tóxico. Debido a que pasa por un proceso de limpieza que lo transforma en vapor de agua (sin ningún otro componente). Mientras que este mismo vapor, en los meses de invierno se solidifica y se convierte en nieve y de esta manera, colabora con el disfrute de la pista de esquí.
Nuevos proyectos sostenibles de Dinamarca
El país escandinavo lleva adelante diferentes políticas ambientales y una de ellas, es un ambicioso proyecto denominado “Islas de energía”, ubicado en el medio del mar. Este innovador programa se trata de megaconstrucciones formadas por conjuntos de turbinas eólicas que se colocarán en una especie de islas artificiales, las cuales, permitirán generar mucha más energía que la producida en otros parques eólicos del mundo. Este proyecto se dará en las aguas del mar del Norte y costará aproximadamente 34.000 millones de euros.
Cabe mencionar que según datos oficiales casi el 49% de la energía total que genera Dinamarca proviene de fuentes eólicas. Por su parte, la Agencia Internacional de Energía estima que el 16% de lo producido en el país depende actualmente de Rusia, aunque en 2016 era del 34%. La nación nórdica posee una extensa historia de aprovechamientos de los fuertes vientos del mar para generar electricidad. Dinamarca fue pionera en este tipo producción de energía sustentable, ya que fue el primer país del mundo en construir un parque eólico marino en 1991.