En los últimos días, un video de apenas 49 segundos se ganó la atención de propios y extraños. El mismo tiene a Lionel Messi como protagonista, pero también a Ricardo y Martín Franzosi, que se encuentran cruzando el continente africano a bordo de un Citroën 3CV modelo 1973 con dos volantes. Sí, estos argentinos diseñaron una travesía impresionante y, en más de una oportunidad, el sticker del 10 argentino los salvó de controles policiales.
«Este es un mensaje para Lionel Messi. Somos dos hermanos que estamos cruzando África y nos venís salvando con la Policía. A cada policía que nos para y que no sabe bien dónde queda Argentina, le entregamos un presente que es un sticker tuyo. Así que, desde acá, entrando a Zambia, te queremos agradecer infinitamente todos los problemas que nos ahorraste. ¡¡¡Nos has salvado, Lionel!!! ¡¡¡Otra vez más!!!», contaban los protagonistas de esta historia en el video que rápidamente se hizo viral en las redes sociales.
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Pero no nos quisimos quedar sólo con esos segundos que cruzaron todas las fronteras de los teléfonos y las computadoras, sino que quisimos saber más, conocer a fondo la historia de esos dos argentinos en plena travesía. Ricardo Franzosi nos abrió su corazón con los detalles de los motivos y las ambiciones que lo llevaron, junto a su hermano, a diseñar esta página imborrable en sus vidas.
«Este auto lo compramos hace 15 años con Martín para viajar y aprender mecánica. Recorrimos la Argentina, recorrimos Sudamérica y, en el 2022, después de haber hecho Chile, Perú, Brasil, Bolivia, Uruguay y demás, fuimos a cruzar el desierto del Sahara. Se conmemoraban los 100 años del primer cruce de un auto por el desierto y eso había ocurrido en un Citroén», explica Ricardo, con la emoción que le genera haber podido concretar ese desafío que se había planteado con su hermano.
«En pleno Mundial 2022, nosotros estábamos en Argelia, que fue colonia francesa. Ahí vimos los cuartos de final, la semifinal y la final. Todos hinchando por Argentina en esa final, como te podrás imaginar», recuerda Franzosi sobre un momento que le quedará grabado en su memoria para toda la vida, cuando festejó en medio del África la tercera estrella que conquistó la Selección Argentina de Messi y Scaloni.
Los detalles del Citroen 3CV
El auto donde viajan no es un Citroen más. Además de la particularidad de tener dos volantes para alternarse como conductores y también estar alineados en aquellos países donde se conduce del lado derecho, el Citroen emana Argentina por todos lados. Está ploteado con imágenes de las Cataratas del Iguazú, del Perito Moreno, de la bandera argentina, de Maradona, de la Selección levantando la copa y, claro, de Messi. Justamente todas esas postales eran un imán para grandes y chicos que se acercaban a ellos en cada parada.
«Venían a ver el auto y nos pedían que les regaláramos algo. ¡No teníamos nada! Por eso, para este otro viaje decidimos hacer unos stickers de Leo para poder darles más que nada a los chicos«, relata Ricardo. Pero así como en otros tiempos «Maradona» era la palabra mágica para definirse como argentino y conseguir abrir puertas imposbles, ahora es «Messi» el que aparece de la lámpara para cumplir deseos (o solucionar problemas): «En Tanzania, la lengua es el suajili y no hablan mucho inglés. Entonces, por ahí hay controles en casi todo el sur y centro de África como en nuestra época en la pandemia. Con este auto nos ven y quieren saber quiénes somos, adónde vamos y demás. Y es difícil explicarles que somos dos argentinos que estamos recorriendo su continente. Cuando damos ese sticker de Lionel se genera una sonrisa y se genera empatía. Lo conocen y se arregla todo».
La historia personal de Ricardo y Martín Franzosi
Ahora, bien, todos nos estaremos haciendo la misma pregunta. Yo, al menos, es la primera duda que me aparece en la mente. ¿Ustedes de qué trabajan, muchachos? «Yo soy médico cirujano, trabajo en el hospital Lanari. El 27 de enero yo me subí a este recorrido en Uganda y el 1° de marzo volvemos para Argentina. Pero mi hermano ya venía desde unos días antes. Pasamos por Angola, Namibia, Zambia, Tanzania y ahora estamos cerca de Victoria Falls, las Cataratas Victoria, muy cerca de la frontera con Botswana», explica Ricardo, sumando detalles de un día a día que muy pocos seres humanos a lo largo y a lo ancho del globo terráqueo se animarían a llevar adelante.
Lógicamente, una travesía de este calibre también representa peligros, inseguridades y temores: «Por cuestiones politicas, nuestro viaje no puede ser de norte a sur como el primero que se hizo en Citroën. Hay zonas por las cuales nosotros no pasamos. Nuestro viaje lo diagramamos tratando de evitar zonas inseguras por estos problemas de guerra civil y demás. Cancillería nos ayudó un montón tanto en Angola, Kenia y Pretoria».
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«Es cierto que hay mucha pobreza, pero dejame decir que el motivo de este viaje y la forma en que lo hacemos es para encontrarnos con gente maravillosa que por ahí no tiene dónde caerse muerta, pero nos ven en este auto y lo primero que les surge es una sonrisa. Viajar en un Citroën 3CV tiene la característica de que es un viaje lento, que llama la atención, que genera que la gente se agolpe para vernos, para preguntarnos de dónde somos. Por ahí hay otras formas de viajar, pero nosotros elegimos esta porque nos permite conectar», detalla Ricardo, exponiendo su alma de par en par.
«Este Citroën lo adaptamos y le pusimos un volante a la derecha por los volantes de los países que visitamos. Es un auto común, no tiene ninguna preparación especial más que una buena mecánica y un buen mantenimiento», culmina, aportando precisiones sobre ese bendito vehículo encargado de transportarlos por el continente africano, desandando páginas plagadas de naturaleza, y viviendo experiencias nuevas y diferentes a cada paso. Y con el aura que Messi les genera cada vez que lo necesitan hacer aparecer con uno de esos stickers que prepararon para los chicos y fue la salvación con muchos policías…
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