Como es habitual, la revista Taste Atlas elaboró un ranking gastronómico, esta vez, dedicado al mundo de los postres y platos dulces. La prestigiosa publicación británica seleccionó a dos locales argentinos dentro del top 10, con postres imperdibles para cualquiera que visite la ciudad de Bariloche y Buenos Aires.
En el puesto número 7 del ranking aparece Rapanui, restaurante fundado en 1948 en Bariloche que se destaca por su famosisísimo helado de chocolate. “Rapanui es una reconocida fábrica de chocolate y heladería ubicada en Bariloche, región famosa por su producción de chocolate de calidad. Fundada en 1948, Rapanui se ha convertido en un símbolo de la fina artesanía del chocolate y es especialmente célebre por su helado de chocolate”, indican en la revista.
“El helado de chocolate de Rapanui está elaborado con cacao de primera calidad, ofreciendo un sabor rico e indulgente que es un verdadero placer para los amantes del chocolate. Los visitantes pueden disfrutar de esta delicia helada en varias formas, desde conos hasta elaborados helados, cada uno cuidadosamente elaborado con estilo artístico. El cálido interior revestido de madera de la tienda de Rapanui ofrece un ambiente acogedor para saborear sus creaciones de chocolate”, agregaron.
Luego, en la novena posición aparece uno de los cafés más populares del centro porteño: el Cafe Tortoni. El icónico local se metió en el ranking gracias a sus reconocidos churros con chocolate. “Café Tortoni es un café histórico e icónico en Buenos Aires y ha sido un símbolo del patrimonio cultural de la ciudad desde su creación en 1858. Ubicado en la famosa Avenida de Mayo, es famoso por su elegancia atemporal y su atmósfera histórica”, expresaron desde Taste Atlas.
Y sumaron: “El Café Tortoni también es famoso por sus deliciosos churros. Estos pasteles de influencia española se fríen hasta que estén dorados y normalmente se sirven con un rico y espeso chocolate caliente para mojar. Los churros de Café Tortoni son conocidos por su exterior crujiente y su interior suave, que encarnan la textura perfecta. Tanto los lugareños como los turistas visitan el café para disfrutar de esta delicia tradicional, a menudo acompañada de música de tango o tertulias literarias”.