El baldaquino de Bernini del Vaticano recuperó su brillo tras 250 años

Se llevó a cabo una espectacular restauración de la obra maestra barroca que se ubica sobre la sepultura de San Pedro.

Por Gabriel Casazza

Oct 13, 2024

Si hablamos del baldaquino levantado por el inolvidable Gian Lorenzo Bernini en el centro de la basílica vaticana, hablamos de una obra maestra que impacta a propios y extraños y que se traduce en una verdadera maravilla.

Sin embargo, dicho baldaquino, situado sobre la sepultura de San Pedro, llevaba un largo tiempo sin contar con su brillo característico. Un brillo que, gracias a la restauración que se acaba de hacer, volvió a escena después de 250 años.

Se trató de la primera restauración en dos siglos y medio. «Ha vuelto a ser el centro, el fulcro y la referencia de la basílica», exteriorizó al respecto el ingeniero Alberto Capitanucci, responsable técnico de la Fábrica de San Pedro, el ente que custodia el templo.

El baldaquino de Bernini es un templete de 30 metros de altura que está apoyado en cuatro columnas salomónicas de bronce que el mencionado artista levantó en la primera mitad del siglo XVIII en el epicentro del Catolicismo.

Sí, fue colocado en el lugar exacto en el que, según indica la tradición, fue sepultado el apóstol San Pedro. Por ello es que se viven horas de una gran revolución como consecuencia de esta histórica restauración del mismo.

El objetivo inicial fue que el monumento se transforme en un telón gigante del gran realismo, combinando partes oscuras de bronce y cobre con bordes y figuras dorados en sus columnas. Sin embargo, el paso del tiempo lo oscureció por completo.

Como consecuencia de ello, esta destacada restauración que se puso en marcha y que se terminó completando marcó un antes y un después, generando una verdadera alegría y maravillando a todos.

Gabriel Casazza

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