El país que enloquecía por el básquet, el béisbol y el fútbol americano empezó a contemplar al fútbol tras la llegada de Lionel Messi a Miami. Ahora, el deporte que despierta pasión en multitudes es furor en Estados Unidos. Así lo explica Daniel Rotsztain, un emprendedor argentino que se subió a la ola tras el arribo del mejor del mundo.
“Desde su llegada, solicitan al fútbol en el horario curricular y en el after school. En muchos casos hay refuerzos de materias. En comunidades en las que el béisbol es sagrado, ahora están pidiendo que también se incluya el fútbol”, comentó el empresario, que desde que se instaló en el nuevo país se capacitó en varias cuestiones económicas con su empresa. Y claro, el fútbol, su gran pasión, terminó de coronar una estadía que ya se puede catalogar como exitosa.
Rotsztain nació en Zárate y desembarcó en Norteamérica con la idea de crear un complejo deportivo en Miami. Con el crecimiento de la Major League Soccer su proyecto fue creciendo y la presencia de Messi le terminó de dar el espaldarazo.
Primero aseguró una porción de tierra y arrancó con la academia del Atlético de Madrid. Su escuela, con capacidad para 700 chicos, fue la primera con orientación en este deporte. Sin dudas, la llegada del rosarino fue clave: “El fútbol dejó de ser una afición marginal y se convirtió en un deporte deseado por los chicos y adolescentes. Todo esto era impensado, hasta su llegada”, contó el inversor, quien también coordinó una de las filiales de Boca en la zona.
Y el interés trascendió la cancha, ya que desde que Leo juega en Las Garzas, el interés por el idioma creció casi un 180 % en el último año y su presencia ha influido notablemente en la cultura y la educación de los Estados Unidos.