La tierra es sabia: la misma porción que se brinda para dar plantaciones, también recibe para volver florecer. Un estudio de investigadores en Costa Rica determinó que roseando residuos de café, las parcelas vuelven a mantenerse como en las mejores épocas.
El experimento se hizo en cada lugar donde la tierra había sido explotada durante años para cultivar café, para criar ganado y para luego ser abandonada. Estaba dominada por gramíneas invasoras, principalmente una especie africana llamada hierba de palizada, utilizada para alimentar al ganado de pastoreo, que puede alcanzar los 5 metros de altura cuando no es cortada por los animales de pastoreo, impidiendo que los bosques tropicales nativos vuelvan a crecer con facilidad.

Así luce el «colchón» de café sobre la tierra maltrecha. Después, el panorama cambia.
Al cabo de dos años, la parcela reforzada con café mostró una mejora espectacular. El 80 % de la parcela estaba cubierta por copas de árboles jóvenes, algunos de los cuales ya alcanzaban los 4 metros y medio (incluidas especies tropicales, que pueden alcanzar los 18 metros de altura).
Al mezclarse los restos descompuestos de las hierbas con la capa rica en nutrientes del café, se crea un suelo fértil. Eso, a su vez, atrae a los insectos, que a su vez atraen a los pájaros, que sueltan semillas en la parcela, al igual que el viento.

La investigación comenzó en una zona silvestre de Costa Rica.
Entonces, esta nueva técnica ofrece una manera sostenible de deshacerse de los residuos de café y a la vez, acelera los plazos para recuperar los bosques destruidos.