A la hora del mate, siempre hay un cebador. Además de la gran responsabilidad, carga con toda la responsabilidad de preparar cada tipo, dependiendo de los gustos, que en estos últimos años fueron variando. Para terminar con esa presión, se inventó el cebador automático.
“Mati”, como se le puso al artefacto, fue creado por el diseñador industrial Nicolás Antuña, un amante del mate que buscó darle continuidad a la preparación.

El dispenser matero, listo para arrancar una ronda de mates.
Este dispositivo no solo mantiene el agua a la temperatura ideal, sino que también dispensa la cantidad exacta, eliminando las distracciones y posibles accidentes asociados con el cebado manual.

En las primeras pruebas, el diseñador fue cuidadoso con todas las piezas.
El dispositivo consta de un tanque de agua integrado que el usuario debe llenar antes de su uso. Una vez conectado a la corriente eléctrica, «Mati» permite programar la temperatura deseada a través de una intuitiva pantalla digital.

Mate listo. El aparato calcula el agua justa y corta automáticamente.
Cuando el agua alcanza la temperatura óptima, el usuario solo necesita colocar el mate debajo del dispensador, que con sensores de precisión, detecta la presencia del recipiente y automáticamente vuelca la cantidad justa de agua.
El invento cuenta con una resistencia similar a la de una pava eléctrica para calentar el agua y una práctica manija que permite transportarlo fácilmente. El control con pantalla digital, también diseñado por su creador, no solo permite ajustar la temperatura, sino que también monitorea el funcionamiento del dispositivo.