El consumo de yerba orgánica en la Argentina atraviesa una gran expansión. Según destacaron desde la Dirección Nacional de Alimentos, en el presente es uno de los productos industrializados más demandados en el mercado interno y su popularidad entre el común de la gente crece a pasos agigantados.
La yerba orgánica se diferencia por sus atributos de calidad, sustentabilidad y trazabilidad. Además, está identificado con un logo que certifica su origen y facilita la detección por parte de los consumidores conscientes que buscan cuidar el ambiente. Según el Senasa, en 2022 se consumió un total de 107 toneladas.
Macarena Melilli, especialista del área de producción de alimentos orgánicos de la Dirección Nacional de Alimentos de la Secretaría de Agricultura de la Nación, aseguró que «la producción de yerba mate orgánica en la Argentina crece a un ritmo sostenido». «Actualmente se registran en la Argentina un total de 70 operadores de yerba mate orgánica distribuidos en las provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires, Río Negro y Neuquén», precisó.
De ellos, 38 son productores primarios, 27 elaboradores y cinco comercializadores de yerba mate orgánica y es Misiones la provincia que concentra a la mayoría de los productores. Por su parte, Josefina Castellano, especialista de la Dirección Nacional de Alimentos, subrayó la importancia de la producción de yerba orgánica por ser «una actividad económica generadora de divisas que agrega valor en los territorios y genera trabajo, mano de obra en producción primaria principalmente, y arraigo territorial».
A su vez, «es una actividad que revaloriza las economías regionales, favorece la protección ambiental, mediante la preservación de la biodiversidad, del suelo y de los recursos naturales». Según Castellano, «la producción orgánica de yerba mate constituye una verdadera estrategia competitiva para pequeños y medianos productores de todo el país».
El sello «Orgánico Argentino»
Una manera inequívoca de identificarlos es mediante el sello «Orgánico Argentino» cuyo logo se ubica en la cara principal del envase y presenta, de buen tamaño, realce y visibilidad. «No cualquier producto es orgánico», aseguró Pablo Morón, director de Agregado de Valor y Gestión de Calidad de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
El sello «Orgánico Argentino» en el producto a consumir es garantía de que se cumple con lo establece la Ley 25.127 de Producción Orgánica. «Todo alimento que tenga este logo en su envase cumple con un sistema de producción sostenible mediante el manejo racional de los recursos naturales y evitando el uso de insumos de síntesis química», señaló Morón.
Y completó: «Gracias al estricto control oficial a cargo del Senasa y las empresas certificadoras nacionales, la Argentina es hoy uno de los países abastecedores de productos orgánicos más confiables del mundo».