La gama de temas del artista Adrián Nash es interminable: supermercados, animales, autos, heladeras, figuras de la ciencia ficción y hasta representaciones de barrios del conurbano. Y si faltaba algo que llame la atención, todas estas temáticas son trabajadas en versión miniatura.
Nash, que nació en El Palomar, arrancó con trabajos prácticos de la escuela. Lo primero que confeccionó fue el Sistema Solar. Fue el puntapié. “Después, veía los dibujitos y no conseguía los juguetes, entonces empecé a hacerlo con plastilina”, contó el genio del arte reducido.
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Luego, empezó a coleccionar autos en escala y con el paso de los años, su casa terminó siendo un salón de arte, montó su propio taller y ocupó el garaje.
Nash recicla varios materiales de la calle y les da forma.
Los temas que elije para representar en miniatura son aleatorios: “Voy caminando por la por la calle y voy eligiendo hacer una casa que me agrade, que quede bien una con otra. Después se dibuja y se empieza a bocetar. Luego, se lleva a la realidad a través de lo que es 3D, pero lo llevo al plano de lo que es miniatura, lo escalo, a veces es a ojo porque hay cosas que no podes tener la medida”, dijo Nash.
Uno de sus trabajos más conocidos, “La Hilux justiciera”, refleja una de las postales de varios barrios. “Suponete que yo represente una realidad superlativa, podría ser, por ejemplo, una pileta arriba de un auto, pero la realidad es que pasa eso. A veces la realidad supera la ficción y ayer vi una camioneta con 10 colchones en medio de la calle, pero decís: ‘No entra’ y si entra. Son cosas totalmente bizarras, la otra vez vi que paso la policía y un Spiderman atrás en moto, fue re bizarro ¿Cómo va a pasar un Spiderman? El conurbano es tan surreal, eso es lo que atrapa a la gente. Es una cosa hermosa, pasan estas cosas que es increíble, falta un ovni y ya está”, afirmó el artista.
Sus representaciones de barrios son las más elogiadas.
Los materiales que usa son variados: telgopor, yeso, enduido, acrílico y madera. Pero si encuentra algo en la calle que puede ser utilizado, lo suma a su taller, como por ejemplo, una TV rota. “Los transistores y las plaquetas sirve”, aseguró.
Su gran meta es hacerse conocido y poder vivir de sus obras en miniatura. En la actualidad, hace maquetas a pedido y por la demanda, tuvo que agrandar el negocio.
