En el Día Mundial de la Hipertensión Arterial, varios expertos destacaron que el etiquetado frontal es una medida muy valiosa para la prevención a través de la alimentación. El problema afecta a uno de cada tres argentinos. ¿Cambió el día a día en los consumidores?
“Exceso de sodio”, “Exceso de grasas”, “Exceso de azúcar”. Los rombos ya forman parte de la vida cotidiana en las mesas de los argentinos. El exceso de sal es una regla básica para prevenir la HTA, es por eso que aparece de manera constante en las góndolas.
“El etiquetado es una luz roja, es una forma de decir que el Estado está presente para cuidar la salud de la población. Mucha gente que sabía que lo que estaba comiendo no estaba bien, ahora tomó conciencia de los daños”, dijo Miguel Schiavone, jefe de HTA del Servicio de Cardiología del Hospital Británico. Por su parte, Analía Aquieri consideró al etiquetado como “una medida muy valiosa”.
La hipertensión es una enfermedad crónica caracterizada por un incremento continuo de los valores de la presión sanguínea por encima de los límites a partir de los cuales aumenta el riesgo de presentar un evento cardíaco grave como un infarto agudo de miocardio o un accidente cerebrovascular (ACV) pero también una insuficiencia renal o daño ocular permanente.
En cuanto a las medidas de prevención, las principales son: actividad física aeróbica de al menos 30 minutos diarios, peso corporal acorde al índice de masa corporal, mínimo consumo de sal y alcohol, no fumar, glucemia controlada y una dieta saludable.
Todos los 17 de mayo se celebra el Día Mundial de la Hipertensión Arterial con la finalidad de promover la concientización y los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar esta enfermedad, que constituye el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares.