En las últimas horas se conoció una noticia que impactó de forma positiva en los especialistas de animales y la naturaleza. Rakus, un orangután que vive en la isla Sumatra, Indonesia, logró curarse una herida de forma natural con una planta medicinal. Según revelaron los portales científicos, es la primera vez que se ve un suceso similar.
Aunque se desconoce la edad que tiene, informaron que el animal pertenece a una especie que está en peligro de extinción y de la que solo quedan 7.500 supervivientes, por lo que desarrolla su vida en el Parque Nacional de Gunung Leuser junto a otros primates que atraviesan la misma situación.
Si bien están protegidos por los cuidadores de la región, ninguno puede entrometerse en lo que hagan diariamente en su convivencia, pues estarían atentando contra las leyes del ecosistema. Por este motivo, ningún investigador se metió el 22 de junio de 2022 cuando escucharon una pelea entre dos machos, cuyo resultado produjo que el protagonista de esta historia sufra una importante herida bajo su ojo derecho.
Sin embargo, esta lastimadura fue el principio de esta increíble respuesta que brindó la naturaleza y maravilló a los especialistas, ya que tres días después observaron a Rakus arrancando hojas de la liana trepadora Fibraurea tinctoria, masticándolas un buen rato y sacándoselas de la boca para aplicarse el jugo sobre el corte. Además, de acuerdo a la información los testigos, descansó un 30% más de lo que habitualmente lo hace y comió algunas partes de la misma planta: «El sueño afecta positivamente a la cicatrización de heridas, ya que durante el mismo aumentan la liberación de la hormona del crecimiento, la síntesis de proteínas y la división celular«, explicó en un estudio la investigadora del Instituto Max Planck de Conducta Animal, Isabelle Laumer.
Asombrosamente, el 30 de junio la herida estaba completamente cerrada, mientras que entre mediados de julio y agosto se fue formando una pequeña cicatriz que evidenció la productividad del «remedio» que desarrolló con su propio instinto.
Asimismo, la profesional comentó que existen dos teorías sobre cómo el orangután descubrió la forma de curarse con la hoja: «Podría ser que accidentalmente se tocara la herida con el dedo en el que tenía la planta y, como la planta tiene sustancias analgésicas muy potentes, es posible que sintiera un alivio inmediato, lo que le hizo aplicársela una y otra vez. O podría haber aprendido la técnica observando a otros orangutanes de su grupo».
Y añadió: «Creo que en los próximos años descubriremos aún más comportamientos y más habilidades muy parecidas a las humanas«. De esta manera, confirmó que seguirán estudiando la situación y el comportamiento de los monos cuando están heridos, tal como hizo la primatóloga Jane Goodall en la década del 60.