El 28 de diciembre, el Almirante Irízar comenzó la etapa de campaña antártica de verano (CAV) destinada al reabastecimiento y recambio de personal en las bases argentinas. Con éxito, la tripulación arribó a Ushuahia y hubo condecoraciones a todo el personal. En la segunda parte, el buque se enfrentará a un gran caudal de hielo.
El Irízar navegó durante un mes en la Antártida y finalmente arribó a la capital de Tierra del Fuego. “Cumplimos con todos los objetivos que teníamos planteados y a nivel profesional fue tremendamente desafiante porque tanto la meteorología como la glaciología que tuvimos se asemejó más a lo que históricamente sería una tercera etapa. Normalmente en la primera etapa -que zarpa en el mes de diciembre o enero- hay muy buen tiempo, muy poco hielo, pero nosotros tuvimos muy mal tiempo y únicamente dos días de sol, había mucho hielo”, comentó el capitán Carlos Recio.
En esta ciudad, donde se realizó un acto formal de ascensos y condecoraciones a los 265 tripulantes, el navío cargará más de un millón de litros de combustible y emprenderá el trayecto hacia la Base Belgrano II, la terminal más austral del país.
Entre la dotación se encontraba personal del Cocoantar de las tres fuerzas armadas (Ejército, Fuerza Aérea y la Armada), la tripulación del rompehielos, el grupo playa, personal del Servicio Meteorológico Nacional, del Servicio de Hidrografía Naval, de la Dirección Nacional del Antártico y del Instituto Antártico Argentino, entre otras.
Se estima que el Irízar se reabastecerá en Ushuaia hasta el 7 de febrero, dependiendo de las condiciones climáticas, día en el que planifican zarpar nuevamente hacia la Antártida, navegando en primer lugar hacia la Base Orcadas.