Uno de los máximos anhelos de la raza humana es poder tener una vida realmente prolongada. Sin embargo, no todas las personas pueden lograrlo, en gran medida por las complicaciones relacionadas con la salud que van surgiendo. De todas maneras, hay algunos pasos a seguir para acercarse a ese objetivo.
En medio de ese panorama, el biólogo italiano Valter Longo, reconocido mundialmente como el mayor experto en longevidad gracias a sus contribuciones contundentes a la ciencia, se despachó con consejos para tener en cuenta y seguir en la medida de lo posible y así ayudar a contar con una vida extensa.
Longo, director del Instituto de Longevidad de la Universidad de California del Sur, aseguró que hay que tratar de evitar las harinas y pregonar un ayuno en la medida de lo posible para poder vivir más y también mejor. Eso sí, asegura que algunos permitidos tampoco atentan de forma considerable si se tienen con mesura.
«Consumo pasta y pan todos los días, pero mi índice de masa corporal es de 23», comenzó exteriorizando, en diálogo con Infobae, el biólogo y profesor italiano. Cabe destacar que se trata de un IMC completamente saludable teniendo en cuenta que lo recomendable va desde los 18.5 hasta los 24.9. Sí, excelente.
Longo se despachó con una década de investigación al respecto, primero utilizando ratones y luego con ensayos clínicos en humanos. Así comprobó que su programa reducía la incidencia de diabetes, cáncer y enfermedades del corazón. Su recomendación principal promueve un bajo consumo de proteínas y azúcares, priorizando grasas saludables y productos vegetales.
El método de Longo se basa en una ingesta reducida de carbohidratos y proteínas, enfatizando los ácidos grasos. Además explica que su dieta especial imita el ayuno, manteniendo al cuerpo en un estado similar a la restricción horaria de comidas. Esto activa un conjunto de respuestas defensivas, resultado de evolución, optimizando el funcionamiento del organismo.
Según lo investigado por el biólogo italiano, esta dieta provoca cambios en los marcadores hepáticos y sanguíneos, favoreciendo un rejuvenecimiento biológico y una menor predisposición a enfermedades. Además, Longo resaltó que no solamente la cantidad de calorías ingeridas y la composición de los macronutrientes son determinantes para la salud y la longevidad sino también el lapso durante el cual se realizan las ingestas diarias.