En medio de una jornada histórica, miles de fieles y líderes de la Iglesia Católica iniciaron el acto formal en el funeral del Papa Francisco, quien murió el pasado lunes a los 88 años. Además, estuvieron cerca de 50 jefes de estado y figuras de la realeza.
Es una ceremonia histórica, repleta de simbolismos acordes a la impronta de Francisco, un Papa que se distanció de los lujos de la Iglesia y que -para muchos- será recordado para hacerla una organización más inclusiva y progresista.

El Papamóvil recorrió las calles de Roma y los ciudadanos acompañaron en el camino con aplausos.
Y hay un dato no menor respecto al descanso de Bergoglio. Será el primer Papa de la Iglesia Católica en un siglo que no descansará en las grutas de la Basílica de San Pedro. Francisco decidió que su última morada sea la Basílica de Santa María la Mayor, también en Roma, a unos 6 kilómetros de distancia del Vaticano.
«Estableció un contacto directo con las personas y los pueblos, deseoso de estar cerca de todos, con una marcada atención a los que estaban en dificultad, entregándose sin medida, especialmente a los marginados, a los últimos entre nosotros», comentó el cardenal Battista Re.
Los aplausos resonaron en la plaza cuando, durante la homilía, se recordó el viaje que Francisco hizo en 2013 a la isla italiana Lampedusa, donde llamó la atención sobre la tragedia de los migrantes que arriesgan su vida cruzando el Mediterráneo.

Banderas, insignias y mensajes. La despedida de Francisco fue multitudinaria.
El cardenal Battista Re también recordó el momento en que el Papa celebró una misa en la frontera entre México y Estados Unidos. Su acompañamiento a los privados de la libertad, también fue motivo de elogio.
La delegación de mandatarios argentinos ocupó un lugar de privilegio en la Plaza de San Pedro. También se congregaron representantes de distintas organizaciones internacionales y referentes de distintos credos: judaísmo, del islam, del budismo, del hinduismo, del sijismo, del zoroastrismo y del jainismo.

El celeste y blanco dijo presente en todos los rincones de la Plaza San Pedro.