Luego de suspender su agenda por un estado gripal, el papa Francisco presentó un discurso este lunes en la Academia Pontificia de las Ciencias y manifestó sus creencias y preocupaciones sobre la importancia que tiene la inteligencia artificial en la actualidad.
Si bien expresó que la IA puede ser beneficiosa para la humanidad, sobre todo teniendo en cuenta que puede ayudar en el «campo de la medicina y la asistencia sanitaria» o a proteger «al medio ambiente natural o al uso sostenible de los recursos a la luz del cambio climático», comentó que tiene «graves implicaciones negativas«.
En la misma línea, sumó que hay que prevenir los riesgos que pueden tener los usos manipuladores que puede llegar a tener la IA para «moldear la opinión pública, influir en las decisiones de los consumidores e interferir en los procesos electorales».
Además de exponer su postura sobre la tecnología más grande del momento, el líder de la Iglesia Católica se mostró intranquilo por el «fuerte impacto de la humanidad sobre la naturaleza y los ecosistemas», en especial la crisis climática y la pérdida de biodiversidad: «Las ciencias, en su esfuerzo por conocer y comprender el mundo físico, nunca deben perder de vista la importancia de utilizar ese conocimiento para servir y promover la dignidad de las personas y de la humanidad en su conjunto”, añadió.
Cerrando el comunicado, el sumo pontífice comentó que «la dignidad intrínseca de cada persona y la fraternidad que nos une como miembros de la única familia humana deben sustentar el desarrollo de las nuevas tecnologías», al mismo tiempo que no se puede considerar como un «verdadero progreso» a los desarrollos tecnológicos que no funcionen para mejorar la calidad de vida de la humanidad.
Y concluyó: «Hay que dedicar mayor atención y estudio al impacto de las formas de Inteligencia Artificial en los pueblos y en la comunidad internacional en este momento en el que parecen prevalecer las crisis, las guerras y las amenazas a la seguridad mundial».