Unos días después de reunirse con deportistas, diplomáticos, políticos e influencers argentinos y del resto del mundo, el papa Francisco comandó la primera edición de la Jornada Mundial de los Niños en el estadio Olímpico de Roma ante la presencia de 50.000 jóvenes, lo que dio inició a un evento que será importante en el futuro de la Iglesia Católica.
El sábado comenzó con un desfile protagonizado por más de cien delegaciones y con el sumo pontífice siendo recibido por cinco niños que ejercieron como representantes de los cinco continentes. En su saludo, el cardenal del Vaticano explicó que la reunión tiene como intención crear un «movimiento que quiera construir un mundo de paz, donde todos seamos hermanos y hermanas, y un mundo que tenga futuro«.
En la misma línea, recordó la juntada que tuvieron el 6 de noviembre del año pasado, donde les prometió que volverían a reunirse para continuar con el diálogo: «Por eso estamos hoy aquí: para plantearnos mutuamente preguntas y respuestas«, comunicó. Por este motivo, aprovechó el tiempo para responder interrogantes de los infantes, como cuáles son las razones por las que existe la guerra o por qué hay personas que no tienen casa ni comida.
En ese sentido, el sumo pontífice también aprovechó la oportunidad para recibir por separado a un grupo de niños y niñas de Ucrania, Palestina, Bielorrusia e Indonesia, quienes se vieron afectados física y emocionalmente por las confrontaciones que tienen sus países.
Tras los encuentros de ayer, Francisco celebró este domingo la Solemnidad de la Santísima Trinidad junto a 70.000 jóvenes en la Plaza de San Pedro, lo que cerró el histórico acontecimiento explicando cuál es la doctrina central de la religión Cristiana: “¿Cuántos dioses hay? Uno en tres personas», reveló.
Y continuó: «El Padre que nos creó a todos y que nos ama tanto: el Padre Nuestro. También rezamos a Jesús para que nos ayude y para que esté cerca de nosotros. Además, recibimos al Espíritu Santo en el Bautismo y en los Sacramentos, y es lo que nos acompaña en la vida».
De esta manera, el papa desarrolló la Jornada Mundial de los Niños por primera vez en la historia con mucha presencia internacional y diferentes momentos emotivos. Por lo tanto, se colocó la piedra fundacional de un evento que volverá a llevarse a cabo en septiembre del 2026.
