La enorme obra de tres kilómetros de la sede Scholas Occurrentes en Cascais tuvo la firma más esperada. La máxima autoridad de la Iglesia Católica le puso su sello a la pintura que muestra las visiones de los jóvenes en el mundo actual.
Soledad, oscuridad, miedo, solidaridad, angustia y compañerismo. Todo eso se reflejó en la pintura monumental. Scholas Ocurrentes es uno de los proyectos más personales de un Papa que pone la necesidad de educar en el respeto y en la escucha de los demás, sin tener en cuenta sexo, raza o religión. “Scholas es un encuentro caminando. Todos. Del país que seas, de la religión que seas. Es mirar adelante y caminar juntos, y eso es constructivo, como los tres kilómetros y medio de mural que ustedes han hecho para llegar acá”, destacó Jorge Bergoglio.
En medio del acto, el Papa dialogó con tres jóvenes, uno perteneciente a la iglesia evangélica, otro musulmán y por último entabló conversación con una católica, que se encargó de entregar el pincel para la firma final en el proyecto denominado “Vida entre dos mundos”.
Gracias a la tecnología, que reunió 300 murales en una sola pintura, miles de jóvenes podrán participar del mural firmado por Bergoglio. Apelando desde el inicio hasta el final del encuentro a que los chicos creen una comunidad basada en la ayuda, el respeto y la interacción entre las distintas culturas, el Papa se ha despedido pidiendo que le tengan en sus oraciones. “Rezad por mí, y si por el motivo que sea no rezáis, entonces mandadme buena onda” ha concluido entre risas.