El papa Francisco realizó este domingo la oración mariana del Regina Coeli desde la ventana del Palacio Apostólico. Tras finalizar, se tomó un momento para rezar por el estado de Rio Grande do Sul, ubicado en Brasil, cuya población está sufriendo inundaciones que se cobraron la vida de 57 personas y produjeron la desaparición de otras 74.
Además de manifestar que está cerca de los ciudadanos, el sumo pontífice oró por los fallecidos y pidió que los que perdieron sus casas tengan un poco de alivio: «Que el Señor acoja a los difuntos y consuele a los familiares y a quienes han tenido que abandonar sus hogares«.
En la misma línea, el líder de la Iglesia Católica solicitó que «haya paz para que el diálogo se fortalezca y de buenos frutos» en la guerra entre Israel y Palestina que viene acechando la tranquilidad en Medio Oriente.
La misa del papa de este domingo
Antes de orar el Regina Coeli, Francisco explicó que el Evangelio del día señala que Jesús «nos llama amigos y que somos personas queridas más allá de todo mérito y expectativa». Y añadió: «Que María nos ayude a crecer en la amistad con su Hijo y a difundirla a nuestro alrededor».
Luego de leer un fragmento de la biblia, el cardenal de Roma contextualizó un poco más la historia de la jornada: «Todo esto no basta, según Jesús, para decir quiénes somos para Él: se necesita algo más, algo más grande, que va más allá de los bienes y de los planes mismos: se necesita la amistad».
Y sumó: «La Palabra de Dios, en el Libro de los Proverbios, nos dice que ‘el perfume y el incienso alegran el corazón, y la dulzura de un amigo consuela el alma’. Pensemos por un momento en nuestros amigos, ¡y demos gracias al Señor!».
Para concluir, el papa comentó que «un verdadero amigo no te abandona, ni siquiera cuando cometes un error: te corrige, puede reprenderte, pero te perdona y no te abandona» y declaró que, según el Evangelio, Jesús ingresa en esta categoría: «Hasta el punto de hacerse frágil para nosotros, hasta ponerse en nuestras manos sin defensa ni pretensiones, porque nos ama, quiere nuestro bien y quiere que participemos del suyo», cerró.