La vida de Sofía Snaidero y Federico Bellina cambió por completo después del llamado de la familia del astro en pleno descanso en el país para pedir tres docenas de churros. A partir de ahí, se hicieron conocidos y el negocio continúa en plena expansión.
«El 19 de junio fue un día bisagra para nuestro negocio. A partir del pedido de Messi, al día siguiente tuvimos que contratar tres personas solo para atender el teléfono, responder el whatsapp y preparar los pedidos. La demanda nos desbordó y a la semana éramos 25 atrás del negocio», explicó la dueña de La Churrería de Funes.

Federico y Sofía son los dueños de La Churrería.
Con casi 10 años en el mercado, el local quedó chico y por eso la pareja adquirió un nuevo espacio para abrir una confitería en la misma ciudad. Pero eso no fue todo. «A partir del llamado tuvimos muchos pedidos de franquicias. Hoy estamos trabajando para lograrlo, uno de los requerimientos era contar con dos locales propios de la marca, que ya lo conseguimos. Creemos que vamos a tener el permiso de franquicia en los próximos meses, antes de fin de año», contó Snaidero.
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Si bien los dueños tuvieron diversas propuestas para llevar los churros a la Costa Atlántica y a varios puntos del país, la idea es estar cerca de Leo. «Tuvimos dos propuestas concretas para llevar la marca a Miami. Estamos avanzando con un contrato de uso de marca, porque todavía no tenemos los permisos de franquicia. La idea es llegar este año antes de diciembre», describió la dueña.

Desde el llamado de la familia Messi, se presentan como los churros del campeón.
En medio de lágrimas de emoción y alegría, Sofía dijo: “Estoy eternamente agradecida Messi, nos cambió la vida y nos llena de orgullo y alegría poder dar trabajo. Ojalá algún día pueda darle las gracias en persona”.