Gran Hermano, uno de los ciclos televisivos de mayor audiencia, llegó a su fin y el salteño Marcos Ginocchio, el gran ganador, dejó en el camino a Nacho Castañares. El jugador se adjudicó $19.441.132 y una casa. ¿Qué va a hacer con el premio?
Si bien no dio detalles públicamente, sus familiares adelantaron que va a ayudar a varios comedores de su provincia y en especial a uno donde concurren chicos con problemas de adicciones. Además, le dará una mano a todo su entorno familiar y amigos.
De perfil bajo, dio pocos indicios sobre su vida privada en la casa. Se sabe que le falta un año para recibirse de abogado, que entrena cuatro veces por semana, que practica artes marciales, que es muy familiero, que sus padres están separados y que sus hermanos no viven en la Argentina. También ha trabajado como modelo para campañas publicitarias, pero ese dato no lo quiso contar, sino que quedó a la vista por las fotos que solía compartir en su cuenta de Instagram cuando era anónimo.
Según uno de sus comentarios, su vida dio un vuelco gracias a una acción de bien. En un momento de crisis en cuanto a lo económico, encontró 250 dólares en México y los devolvió : “A partir de ese momento, me llovieron ofertas de trabajo de todos lados y no paré más”, contó el salteño.
Durante todo el juego, obtuvo 30 votos en contra por parte de sus compañeros, y fue el ganador del único liderazgo elegido por el público. La visita de su hermana Valentina fue reconfortante y lo ayudó para seguir adelante cuando estaba a punto de bajar los brazos, según él mismo contó, aturdido por el encierro y extrañando demasiado a los suyos.