El recuerdo de Juan María Traverso, la leyenda del automovilismo

El “Flaco” falleció a los 73 años y varios colegas e instituciones le rindieron su merecido homenaje a uno de los íconos del deporte motor.

Por Jonatan Pedernera

May 12, 2024

Juan María Traverso es un nombre propio del mundo del automovilismo. Nombrarlo, quiere decir mucho para los amantes de los fierros. Querido en el ambiente hasta por sus propios enemigos deportivos, murió a los 73 años en su Ramallo natal.

Traverso fue seis veces campeón en el Turismo Carretera, una de las categorías que estuvo asociada a los grandes pilotos del interior y del resto del país. Corrió durante 30 años y sumó fanáticos, tanto en Ford y en Chevrolet, las dos grandes marcas.

El Flaco logró consagrarse campeón en seis oportunidades dividas salomónicamente entre sus pasos con Ford y con Chevrolet en el Turismo Carretera, siete veces en el TC2000 (1986, 1988, 1990, 1991, 1992, 1993 y 1995) y tres en Top Race (1998, 1999, 2003).

Traverso, ídolo de Ford y Chevrolet. «Soy fan mío», dijo una vez.

Nacido en Ramallo en 1950, debutó con 22 años y corrió de manera regular hasta la temporada 2005.

Sus primeras dos consagraciones fueron con el Renault en las temporadas 1977 y 78, tras sendas batallas por el título que se le escurrieron sobre el final, antes de convertirse en un ícono nacional con su recordado Chevy color violeta (por el patrocinio que llevaba en esos tiempos), con el cual logró consagrarse campeón en las temporadas 1995/96 y 97 antes de regresar a su primer amor, donde tendría un subcampeonato y un último título en 1999.

En 1988 escribió una de las páginas de la historia del automovilismo al terminar primero en General Roca con una Renault Fuego en llamas.

Una clásica postal, el «Flaco» en el podio.

En la carrera de TC de este domingo, en Río Hondo, habrá un sentido homenaje a uno de los íconos de la categoría. La ACTC emitió un comunicado: “Juan María Traverso, el ídolo que trascendió al automovilismo”.

Un enemigo muy querido

Traverso mostró una impronta marcada en las pistas y también afuera. Sin pelos en la lengua, siempre dijo lo que pensaba. Lo unió una gran amistad con Luis Di Palma y protagonizó con el hijo del colega varios enfrentamientos deportivos. El mismo Marcos, tuvo palabras para el “Flaco”: «¡Que descanses en paz, hermano! Los ídolos nunca mueren, gracias a Dios pudimos charlar y mucho la última vez que nos vimos. Contar esas lindas anécdotas que solo vos y yo vivimos y sabemos cómo las resolvimos. Gracias por todo lo que le diste a este automovilismo».

“Siempre sentí que nos íbamos a encontrar una vez más en las pistas. Un gran abrazo al cielo, seguramente ya estarás con mi viejo y decile que lo extraño y pronto nos veremos por ahí», completó el oriundo de Arrecifes.

 

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