Horacio Zeballos sabe que consiguió un logro histórico en Roland Garros, convirtiéndose en el primer argentino en festejar en Dobles en un Grand Slam (junto al español Marcel Granollers venció a los británicos Joe Salisbury y Neal Skupski, 6-0, 6-7 (5-7) y 7-5). También sabe que la cabeza, clave en este deporte, le jugó una buena pasada.
“Voy a ser honesto, en las semis, cuando el público alentaba a nuestros rivales y se escuchaban los gritos desde las tribunas, imaginé que estaba jugando la Copa Davis. Ahí me sale el león que tengo adentro, pienso que si represento a Argentina doy lo mejor de mí”, comentó el campeón. “Mi pensamiento era claro, ‘actitud de Copa Davis’. Así estuve en esos momentos”, agregó envalentonado.

En acción, Horacio Zeballos se consagró en el mítico polvo de ladrillo de París.
“Con el correr de los partidos lidiamos con una gran presión, porque veníamos jugando un gran tenis, porque se estaban acercando nuevamente las instancias en las cuales nos habíamos quedado en ocasiones anteriores. Si bien me sentía en un gran nivel, mi cabeza comenzó a trabajar”, detalló.
Y tras el desahogo, le dijo a ADN+: “Fueron semanas muy lindas, arranqué con muchas ganas de cumplir ese objetivo que se venía postergando, siempre agradecido por los buenos resultados, pero me faltaba levantar el trofeo”.
En cuanto a lo netamente tenístico, comentó: “El plan se pudo ejecutar a la perfección. En lo táctico, jugamos a un nivel altísimo contra una pareja muy dura que sacó su arsenal para dar vuelta el partido. Fue una batalla terrible y estoy muy contento, finalmente se nos dio lo que tanto estábamos buscando”.

«Actitud Copa Davis». Zeballos disfrutó la vuelta al equipo argentino y lo tiene en cuenta en su carrera.
De esta manera, Zeballos alcanzó tres finales de Grand Slam (en el Abierto de Estados Unidos 2019 y en los Campeonatos de Wimbledon 2021 y 2023) y una en las Finales ATP. Disputó Juegos Olímpicos (Tokio 2020+1) e innumerables series de Copa Davis y Másters.
Con algunos días de descanso en su Mar del Plata natal, también avisó que pasará por Cañuelas para comer un asado con sus suegros. Zeballos sabe que no puede relajarse y tendrá otra gran parada en Wimbledon. Con la actitud Copa Davis, claro.