La noticia salió de Roma y ahí nomás se hizo eco en todo el mundo. El Vaticano autorizó oficialmente la bendición de parejas del mismo sexo. Eso sí, con la condición de que se realice fuera de los ritos tradicionales. El sumo pontífice, Francisco, insiste con una iglesia abierta a todos desde su elección en 2013.
Existe «la posibilidad de bendiciones de parejas en situaciones irregulares y de parejas del mismo sexo, cuya forma no debe encontrar ninguna fijación ritual por parte de las autoridades eclesiásticas, para no producir confusión con la bendición propia del sacramento del matrimonio», precisa el documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aprobado por el papa Francisco.
En una parte del enunciado, se aclara que “esta bendición nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos. Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio».

Francisco se inclinó por una iglesia abierta para todos. «Si una persona es gay y se inclina por el matrimonio, ¿quién soy yo para juzgarla?», dijo.
Es la primera vez que la iglesia católica abre el camino en un tema que generó controversias, especialmente en el ala conservadora en Estados Unidos. Cabe aclarar que algunos sacerdotes ya bendecían a parejas del mismo sexo en Bélgica y Alemania.
El anuncio era un tema en agenda del Papa. Cabe aclarar que tras su llegada a Roma, en primer momento insistió en una iglesia abierta para todos, lo que provocó varias opiniones cruzadas. «Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?», dijo en 2013, apenas unos meses después de haber sido elegido.

En algunos países de Europa, como Alemania, Bélgica e Inglaterra, se vienen realizando bendiciones de parejas del mismo sexo de manera corriente.
La declaración se produce además seis semanas después de la conclusión del Sínodo para el futuro de la Iglesia católica, una reunión mundial consultiva en la que obispos, mujeres y laicos debatieron cuestiones sociales como la aceptación de las personas LGTB y los divorciados vueltos a casar.
James Martin, sacerdote estadounidense reconocido por su compromiso con los fieles LGTB+ (lesbianas, gays, trans, bisexuales y otros), celebró la decisión en la red social X y dijo que era «un gran avance en el Ministerio de la Iglesia para las personas LGTB+».