La tecnología se ve aplicada en la fabricación final y en el proceso. Claro, Renault ya se puso en marcha para el nuevo “Embleme”, el vehículo que ya comenzó a reducir los efectos nocivos ante el medio ambiente desde el inicio, hasta un 90%.
El prototipo cuenta con un motor eléctrico que combina una batería de 40 kWh para trayectos urbanos y una pila de combustible de hidrógeno para viajes largos. Esta tecnología permite una autonomía de hasta 1.000 km sin emisiones de CO2 en el escape.

El interior del «Embleme» cuenta con elementos reciclados. Acá, aparece una pantalla curva de alta tecnología.
Cabe resaltar que emite solo 5 toneladas de CO2 a lo largo de su ciclo de vida, una reducción del 90% en comparación con modelos equivalentes de 2019, como el Renault Captur de ese año. Este logro se debe al uso de un 50% de materiales reciclados, una producción con energía 100% renovable y un diseño optimizado para la eficiencia energética.
El “Embleme” equipa un motor eléctrico de 215 cv de potencia, asistido por un pack de baterías de NMC (Niquel-manganeso-cobalto). Y también, se suma una pila de combustible alimentada a hidrogeno de 30 Kw. Gracias a esta pila, la autonomía total del vehículo es de 1.000 km, todo sin consumir combustible fósil.

El nuevo coche eléctrico de Renault tiene 1.000 kilómetros de autonomía.
Y eso no es todo. En su interior aparece una pantalla curva OpenR de 48 pulgadas que recorre toda la parte delantera con una central multimedia por debajo. Además, los materiales utilizados son reciclados y prensados dentro del ciclo de “no contaminación” de esta línea.