“Cáritas” ha dado comienzo a un plan, en Odesa (Ucrania), que se basa en la rehabilitación física, mental y social de los niños mediante la presencia de canes. La iniciativa está a cargo de Olena Velychenko, una voluntaria amante de los perros que juega un papel fundamental.
La mujer, que nació en la ciudad de Jerson, siempre tuvo la idea de crear un gran centro de adiestramiento canino, donde adultos y niños pudieran acudir con sus amigos de cuatro patas, e incluso los más pequeños que no tuvieran ninguno, para aprender a comunicarse correctamente con ellos.

Olena Velychenko, en plena sesión terapéutica, con uno de sus perros que juega con un chiquito.
Lo logró, pero por los bombardeos, se mudó a Odesa. Ahí recibió la ayuda de “Cáritas”, que le propuso dar inicio a las sesiones perrunas, justamente, con chicos que vivieron lo peor de los enfrentamientos en carne propia.
La terapia canina es un método de ayuda a la rehabilitación psicosocial y física que utiliza perros especialmente seleccionados y adiestrados. Ofrece a las personas la oportunidad de recibir ayuda psicofisiológica, ya que la interacción con los perros normaliza el sistema nervioso, reduce la tensión arterial y el estrés psicológico.
“Nuestros perros siempre trabajan con alegría y establecen fácilmente contacto con la gente. Por ejemplo, cuando ponemos en el coche el equipo que utilizamos durante las sesiones, los perros ya entienden que estamos a punto de llegar a niños o adultos y eso los hace increíblemente felices. Saltan al coche y están dispuestos a salir”, contó Velychenko.

La terapia con perros es fundamental, según cuentan los especialistas.
La activista describió a los niños como «muy felices» después de las sesiones. «Se sacan fotos, acarician y abrazan a los perros y los terapeutas siempre preguntan cuándo vendrán la próxima vez», agregó.
“Cuando puedo ayudar a alguien a ser más feliz, me siento muy feliz”, concluyó la mujer, que planea sumar sedes en todo el mundo para atender diversas problemáticas junto a sus perros.