La puerta de entrada fue el traslado a Miami con la empresa de publicidad en la que trabajaba. Pero ahí, Sofía hizo click y decidió embarcarse sola, creó dos software analíticos para las empresas y gracias a iMetriq y Utag, sumó clientes destacados de varios países.
Cano estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional de Tucumán y a los 21 se mudó a Capital Federal para trabajar en empresas como Google y Starcom Mediavest. Gracias a Publicis, consiguió viajar a los Estados Unidos y ahí le picó el bichito para emprender su propio camino.
En Norteamérica, le dio forma a iMetriq, un programa capaz de integrar, estructurara y clasificar toda la iformación que tieen las compañías para poder detectar errores en las estrategias de comunicación, aplicar modelos predictivos y anticipar tendencias. Mientras realizaba la prueba, fundó Utag, una agencia de comunicación con el foco puesto en el negocio inteligente.
Las empresas de Cano están en un proceso de expansión por todo el mundo.
En el primer año de vida de su propia compañía, trabajaron con referidos y facturaron US$348.680. Siete años después, tienen una facturación anual de US$5.879.277, formaron un equipo de trabajo de 40 personas y poseen como clientes a más de 100 organizaciones globales como la Concacaf, Salesforce, Pepsi, Nike, HSBC, Marriott, Nokia, entre otras.
“Utag nos dio la posibilidad de tener una visa de trabajo en Estados Unidos. No quisimos irnos porque entendimos que la base de operaciones estaba acá, en Miami. Con eso pudimos pagarnos los abogados y construir el MVP (producto viable mínimo, por sus siglas en inglés) de iMetriq, que era nuestro sueño original. Son empresas hermanas, una se complementa de la otra. Utag necesita de iMetric para sofisticar los procesos internos y eficientizar el producto del cliente. Reduce el 56% del trabajo operativo manual y permite entender por qué un cliente no compró, por qué no abrió un e-mail. Convertir los datos en información”, explicó.
La interfaz de iMetriq con uno de sus clientes.
A partir del desarrollo, la compañía se fue extendiendo por varios países. Cano siempre vuelve a la Argentina y además, instauró el trabajo remoto: gran parte de su equipo está conformado por talento local.
