Cuando era muy chico, le picó el bicho por los viajes. Fue a los 8 años cuando viajó a Europa por primera vez junto a sus padres. En ese momento, se despertó la faceta aventurera y ya de grande, aprovechó la oportunidad para combinar trabajo y valijas. A los 30, ya tiene un álbum de fotos cargadísimo. Y quiere sumar más.
Ramiro siempre que supo que para viajar hay dos cosas fundamentales: plata y tiempo. Es por eso que apuró la cursada y se recibió al mismo tiempo como Licenciado en Administración de Empresas y de Turismo. Y ahí sí, tomó carrera para saltar al mundo, combinando horas con una empresa dedicada a los viajes, de manera remota. A los destinos clásicos le sumó un viaje a Nueva Zelanda, visitó el sudeste asiático y también estuvo en Siria.
En Australia, fue piletero, recolector de manzanas y hasta cocinero. Gracias a eso, trabajó en más de cinco restaurantes: “Fue una locura esa etapa, fueron los mejores 478 días de mi vida: viajé ´por más de 50 países, arrancando por Oceanía y las Islas del Pacífico Sur, seguí por Asia y Medio Oriente, subí a Escandinavia y bajé por Europa del Este, pasando por África y volví a la Argentina en un Crucero transatlántico desde Italia”.
Lo más llamativo es que decidió calcar un mapamundi en una de las paredes de la casa de sus padres para ir pintando todos los lugares que va recorriendo: “Muy pronto los voy a ver después de un año y medio, porque al fin vuelvo a Buenos Aires y ahí agregaré los 41 colores que faltan, porque me había quedado en 105 la última vez que lo actualicé”.
Gracias a la visa Working Holiday, paseó por todas las islas de Oceanía, China, Japón, Taiwán y Sri Lanka. Siempre, acompañado por su novia o viajeros.
No se asombra frente al boom de los viajeros argentinos, y cada vez que conoce una historia similar a la suya se alegra de que más personas se animen a ir tras su sueño trotamundos. “Hay mil proyectos y todos son válidos, tanto el que va en motorhome como el que se sube a la bici, a la moto, el que lo combina con otro trabajo, me parece que está buenísimo y que ahora hay muchas más herramientas para hacerlo”, cuenta Cristofaro.
Y entre tantos kilómetros, el viajero tiene sus preferencias. Sus destinos preferidos son Filipinas, Tanzania e Italia. Pero claro, la sangre tira, por eso pone a la Argentina en el top 5: “Me parece un país hermoso, y a veces no lo apreciamos tanto por vivir ahí, pero si viajás un poco te das cuenta que es de primer nivel, tanto en paisajes como en la comida”.
Etiopía, Uganda, Ruanda y Somalía son los próximos destinos de Ramiro. El mapa, se va coloreando y cada vez falta menos…