El proyecto estaba en la carpeta de Federico Anríquez desde hace varios años y el alumno de la Universidad Nacional de Lanús, finalmente, desarrolló la bicicleta adaptada. El invento, que logra movimiento y dirección, estuvo pensado con todos los detalles para que cumpla con las reglas de las distintas federaciones y el deportista Matías D’Agosto ya realizó las primeras pruebas.
La handbike fue ideada puntualmente para personas con discapacidad motriz. Federico, estudiante de Diseño Industrial, contó algunos detalles: “Originalmente iba a ser una silla de ruedas de atletismo, pero los profes y el director me ofrecieron cambiar el plan para que la puedan usar otras personas con discapacidad”.
Técnicamente, la bici está pensada para que se pueda pedalear con la mano y a la vez, la rueda delantera otorga la dirección mediante la rueda delantera. El cuadro, realizado por piezas de aluminio, fue fabricado por el propio Federico. Cabe recordar que se usó el reglamente de la Unión Ciclista Internacional.
Matías, oriundo de la ciudad bonaerense de Chivilcoy, arrancó un tratamiento por una renguera y se enteró que tenía un tumor intramedular. Por una riesgosa operación, terminó con secuelas en las piernas, pero nunca se rindió y redobló la apuesta para seguir en movimiento.
Tras destacarse en el tenis adaptado, fue contactado por la Selección Argentina y en 2023 participó en el mundial de Portugal. Tras recibir su nuevo chiche, que espera probarlo en las grandes contiendas, se dirigió al estudiante: “Su invento fue todo un éxito, estoy muy agradecido por lo que hizo pensando en los que más necesitan”.