Están en pareja, viven en montañas separadas y se ven todos los días

Antolina y Juan viven en los Valles Calchaquíes y llevan este estilo de vida desde hace nada menos que 50 años. Impresionante.

Por Gabriel Casazza

Feb 6, 2025

Si hablamos de historias que sorprenden y que dejan con la boca abierta a propios y extraños, una de ellas es la protagonizada por Antolina y Juan, que son pareja, viven en montañas separadas y se ven absolutamente todos los días.

Sus chozas se encuentran en los Valles Calchaquíes de la provincia de Salta. Allí, él, de 72 años de edad, recorre todos los días un complejo camino que le representa entre 20 minutos y media hora para encontrarse con ella, de 74 años.

Juan lleva adelante la mencionada travesía acompañado de su perro callejero, al mismo tiempo que sus dos gatos negros lo esperan. Y lo hace sin celular, ya que no tiene ninguna intención de adaptarse a las modernidades de estos tiempos.

No es un detalle menor que esa rutina acompaña a Juan desde hace nada menos que 50 años. Sí, toda una vida. Una clara demostración del profundo amor que caracteriza a esta pareja y que, sin lugar a dudas, lo seguirá haciendo.

«Vivimos separados para no andar peleando. Así, nos llevamos mejor», exteriorizaron los protagonistas de esta hermosa historia en declaraciones brindadas a Infobae. Sí, una implementación que, paradójicamente, tiene tintes modernos.

«Juan y Antolina se conocieron a los 20 años. Fue justo cuando él había vuelto de hacer el servicio militar, en Tierra del Fuego. Ellos encontraron en la distancia su propia forma de amor», señaló al respecto Sergio Caballero, youtuber que tuvo acceso a ellos.

«Me contaron que viven en montañas separadas porque cada uno ya tenía su propio puesto antes de conocerse y decidieron seguir así. No fue una decisión repentina, sino algo que se dio naturalmente con el tiempo y lo siguen manteniendo hasta el día de hoy», añadió.

Y, por último, reveló: «Se ríen porque dicen que así no tienen que verse todo el tiempo y evitar los malhumores. Pero en realidad, tras formalizar su relación, ninguno de los dos quiso cambiar su estilo de vida y así continuaron, cada cual por su lado y en sus respectivas casas».

Gabriel Casazza

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