En un partido con los clásicos condimentos de Copa, no solo porque se trató de la semifinal de la Copa Argentina sino que también estaba en juego la clasificación a la Libertadores 2024 que conseguirá el ganador del torneo federal, Estudiantes derrotó a Boca por 3-2 este miércoles en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba y volverá a jugar una final después de la que disputó en el Mundial de Clubes de 2009 contra el Barcelona de Pep Guardiola y Lionel Messi considerado el mejor equipo de todos los tiempos: perdió por 2-1 con gol del 10 argentino en tiempo suplementario.
«Hacía 14 años que Estudiantes no jugaba una final, se los dije a los chicos en el vestuario y jugamos manda la historia de este club porque queremos jugar la Copa Libertadores del año que viene, más allá de que yo no voy a jugar», dijo Mauro Boselli, autor del 2-2 del Pincha y protagonista crucial en el gol del triunfo, a pesar de que la terminó metiendo Jorge Figal en contra. Ahora, el equipo de La Plata espera el rival de la final en el duelo de este jueves entre San Lorenzo y Defensa y Justicia.
La noche arrancó torcida para Boca desde los primeros minutos, porque a los 3′ ya perdía 1-0 (con gol de Guido Carrillo de palomita) y a los 14′ sufrió la expulsión del lateral izquierdo uruguayo Marcelo Saracchi. Sin embargo, la Bestia Merentiel metió un doblete y el Xeneize se fue al descanso ganando por 2-1 con un hombre menos.
El inicio del segundo tiempo otra vez le jugó una mala pasada a Boca, porque el ingreso de Boselli le sumó jerarquía al ataque de Estudiantes. De hecho, el delantero formado en la cantera de Boca, que ya anunció su retiro para fin de año, convirtió el 2-2 en el primer minuto de la segunda etapa y a los 19′ participó de la accidentada jugada que terminó con el autogol de Figal.
La eliminación de la Copa Argentina deja a Boca al borde de un fin de año muy delicado porque depende de un milagro que juegue la próxima edición de la Libertadores: debe ganarle a Godoy Cruz en Mendoza este domingo a la noche y esperar que Rosario Central pierda con Arsenal en Sarandí y que San Lorenzo no sume los tres puntos el lunes ante Central Córdoba en el Nuevo Gasómetro. Encima, el sábado 2 de diciembre serán las elecciones a presidenciales en las que Juan Román Riquelme competirá con la lista de Andrés Ibarra y Mauricio Macri, que ya anunció que contratará a Martín Palermo como entrenador si resulta vencedor.
«Teníamos la ilsuion de jugar la final de la Copa Argentina, pero esto es deporte, es fútbol, y para nosotros es importante competir hasta el final en todos los torneos, por eso estamos agradecidos con los jugadores. Después, yo jugué mucho tiempo en Boca y hubo algunas temporadas que no jugué la Libertadores, pero miro lo que hicimos en estos cuatro años y estoy muy feliz, para mí fue un sueño. Hay que valorar las cosas buenas porque Boca ha crecido muchísimo tanto en lo deportivo como en la parte económica: agarramos el club con deuda y hoy tenemos 30 millones a favor», dijo Riquelme en TyC Sports luego del partido, claramente con un mensaje político enfocado en su campaña para lograr la presidencia del club.