Estuvo muerto durante 45 minutos y ahora ofreció tres lecciones de vida

Vincent Tolman fue protagonista de un episodio que jamás olvidará y que le cambió la vida por completo, otorgándole fuertes enseñanzas.

Por Gabriel Casazza

Oct 21, 2024

A los 25 años de edad, Vincent Tolman, un estadounidense nacido en Texas y criado en Nevada, fue partícipe de un momento de esos que marcan para la posteridad. Es que, lisa y llanamente, estuvo muerto a lo largo de 45 minutos.

En aquel entonces, Tolman se interesaba mucho por su físico. Pasaba horas y horas en el gimnasio hasta que, el 18 de enero de 2002, su vida cambió por completo después de que tomara la determinación de probar un suplemento tailandés.

Junto a un amigo lo habían comprado de forma online y el producto prometía resultados sorprendentes, aunque lo cierto es que la fórmula era realmente dudosa. De hecho, poco después de consumirlo, las sensaciones de ambos no fueron las mismas.

Así fue como se dirigieron a un restaurante con la ilusión de que la comida cambiara ese escenario, pero la cosa empeoró. Tolman se sintió cada vez más débil y se encerró en el baño. Allí fue cuando comenzó a vomitar para expulsar la toxina, pero se asfixió.

En medio de ese panorama, su corazón se detuvo y comenzó una odisea que no estaba en los planes. De hecho, los paramédicos, al no poder resucitarlo, lo colocaron en una bolsa amarilla y lo introdujeron en la parte trasera de la ambulancia.

Allí ocurrió lo inesperado: un joven paramédico revisó el pulso de Tolman una vez más e intentó otra ronda de reanimación. Así fue como la tercera descarga del desfibrilador fue la que le devolvió la vida después de 45 minutos.

Ahora, más de dos décadas después de aquel episodio, el protagonista de esta historia decidió compartir las tres lecciones de vida que le dejó ese momento: «La autenticidad, el amor incondicional hacia todos los seres y la convicción de que estamos aquí para aprender».

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